¡Sorpresa! ¿Alguien había insinuado que en un mundial la selección anfitriona suele contar con favores arbitrales? La primera en la frente.
Corría en el Arena de Sao Paulo el minuto 70 del partido que abría la tan ansiada cita mundialista cuando Yuichi Nishimura, con 1-1 en el marcador, ha señalado un penalti de Lovren sobre Fred que solo el colegiado nipón ha visto. Neymar ha transformado la pena máxima -Pletikosa ha estado a punto de hacer justicia poética tocando el balón- y ha colocado el segundo tanto en su cuenta particular.
El Brasil-Croacia ha sido un partido que ha funcionado a tramos. Salió muy bien la selección de Niko Kovac, acosando a la 'canarinha' con unos Modric y Rakitic que no es que hayan brillado, de hecho han destacado más en tareas defensivas que construyendo juego, especialmente el ya jugador del Barça, pero que se han mostrado sólidos atrás y han sabido darle una marcha más a su juego superado el medio campo rival. Así, en el minuto 11, una internada por banda izquierda de los croatas acababa en un centro de Ivica 'Capaz de lo mejor y lo peor' Olic que Marcelo metía en su propia portería. 0-1 y saltaba la sorpresita en el estadio del Corinthians.
La anfitriona ha empezado a sacar pecho y se ha animado ante la adversidad. Estaba empezando a agobiar a los Vatreni y la igualada llegaba en el minuto 29 a través de Neymar, quien ha conectado desde fuera del área un zurdazo raso ajustado al palo. La tranquilidad volvía a las gradas.
Tras el descanso, las cosas han seguido igual. Brasil amenazaba a su rival, que poco a poco se iba volviendo a meter en el partido, hasta que ha llegado la polémica pena máxima, justo en el momento en que el encuentro estaba más igualado.
A pesar de la remontada, Croacia no se ha resignado y ha seguido buscando el gol en numerosas llegadas
-incluído un gol anulado a Perisic correctamente- con más peligro que acierto.
Y cuando Brasil estaba pidiendo la hora, Oscar, el mejor del partido para mí, ha convertido el definitivo 3-1 con un efectivo punterazo. Demasiado cruel para una Croacia que seguramente ha merecido algo más. Pronto empezamos con los regalos arbitrales.
