jueves, 19 de junio de 2014

Día 7: Los muebles de Capello, unos canguros superduros y La Furia española

El último partido de la primera jornada de la fase de grupos enfrentó anoche, a las 00h, a Rusia y Corea del Sur.
En el Arena Pantanal, los de Capello y los de Myung-Bo ofrecieron un partido tosco, rocoso y trabado. Rusia tiene mayor calidad y llevó el peso del partido, aunque no inquietó demasiado la portería rival. Los que seguro que estuvieron muy inquietos fueron los aficionados rusos con el partido que hizo su portero Akinfeev, que dio un soberbio recital sobre cómo no se debe blocar un balón. El guardameta del CSKA de Moscú mostró serios problemas a la hora de atajar los a priori inofensivos balones que le lanzaban los coreanos. Hasta que, en el minuto 68, se decidió a pasar a la historia por recibir el gol más tonto de este mundial: Lee Keun-Hoo lanza desde fuera del área sin mucha potencia ni colocación, pero el cancerbero ruso se la mete en propia.
Suerte tuvieron los de Fabio Capello de aprovechar, seis minutos más tarde, una jugada llena de rebotes que el veterano Kerzhakov remachaba para hacer el 1-1 definitivo y salvar los muebles.
Mal partido de Rusia, que empieza con tropiezo en el Grupo H. En principio, debería jugarse la primera plaza con Bélgica, que es la actual líder del grupo. Corea es segunda con un punto y Argelia cuarta, con cero.


A las seis de la tarde de este miércoles ha estado a punto de saltar la sorpresa en el Grupo B, el de España. Australia y Holanda se enfrentaban en una segunda jornada en la que los 'Oranje' eran claramente favoritos sobre el papel, aunque no han podido decidir hasta el final.
Los de Van Gaal salieron más confiados de la cuenta y con la resaca duradera del 1-5. El camino ha empezado a allanarse en el 19', cuando Robben ha conducido el balón desde el medio campo para acabar definiendo con su privilegiada zurda. Sin embargo, la alegría holandesa ha durado exactamente 30 segundos. Mcgowan colgaba un balón diagonal al área y la estrella Cahill soltaba una volea imparable con la zurda que, salvando las diferencias, ha recordado, al menos a mí, al gol de Van Basten en la final de la Eurocopa de 1988. 1-1. Los 'socceroos' resistían.
En la segunda mitad, Holanda ha saltado al césped con la intención de demostrar quién mandaba en el campo, pero han sido los oceánicos, en el 53', los que se han adelantado con un penalti materializado en gol por Mile Jedinak, jugador del Crystal Palace.
Y ha sido esta vez a los canguros a quienes les ha durado poco la fiesta, porque en el 57' Van Persie fusilaba a pase de Depay, futbolista del PSV. Con el 2-2, Holanda se ha entregado completamente al ataque y ahí se le han empezado a acabar las fuerzas a Australia, que a pesar de ello ha tenido cerca el 3-2. Depay deshacía el empate con el 2-3 en el minuto 68. En los últimos compases del encuentro, con Australia ya agotada, ha estado cerca el cuarto para los tulipanes, pero el marcador ya no se ha movido.
Intrépido partido el que se ha visto en Beira-Río. Australia, con algo más de calidad, se podría haber llevado la victoria. Ahora Holanda se pone primera con seis puntos. Australia, con cero, eliminada.


Y cuesta explicar lo que ha sucedido esta noche en Maracaná. España está eliminada del mundial. Ni el mayor detractor de la selección habría pronosticado un desenlace tan triste.
España abandona Brasil por la puerta de atrás con el 0-2 ante Chile. Los de Sampaoli ya se han ido al descanso con ese marcador a favor, merced a los goles de Vargas y Aránguiz. Antes de eso, solo un par de llegadas españolas han inquietado la portería de Bravo -nuevo jugador del Barça-. España ha abandonado el terreno de juego en la primera parte sabiendo que, o salían en la segunda y metían tres goles, o ya podían recoger sus bártulos y decirle adiós a esta Copa del Mundo.
Y en la segunda parte se ha empezado viendo un pequeño monólogo de La Roja -ahora ya sabemos quién es la verdadera Roja-, motivado por el bajón de exigencia de los chilenos, que han hecho la mejor primera parte que se ha visto en este mundial. Por intensidad, por su excelente presión (que ha acabado con España), por su mala leche, por luchar todos y cada uno de los balones, por su implacable defensa (he alucinado con Gary Medel) y por su 'punch' y efectividad arriba. Por todo esto y quizás algo más Chile ha sido superior a España y total merecedora del triunfo. Solo al inicio del segundo tiempo España ha tenido la oportunidad de volver a meterse en el partido. Ha sido en una ocasión cantada que Busquets ha rematado fuera. Yo creo que, mentalmente para los españoles (incluidos los aficionados), ahí se ha acabado el partido y el sueño mundialista.
Muy decepcionante papel el que han hecho los hombres de Del Bosque. Ahora, cómo no, se hablará inevitablemente de relevo generacional y de ese tipo de cosas que tanto le llenan la boca a los más agoreros en los momentos de adversidad. Aunque, solo por esta vez, quizás tengan razón. Tal vez incluso haya que volver a aquello de 'La Furia Española', porque el buen fútbol de 'La Roja' parece haber concluido.

A mis 26 años, he tenido la oportunidad de ver siete mundiales, aunque solo recuerdo nítidamente lo que pasó en los seis últimos, es decir, desde Estados Unidos '94. Desde el codazo de Tassotti, pasando por la vergüenza de Francia '98, el robo de Al-Ghandour en Corea del Sur, la Francia de Zidane echándonos de Alemania en 2006 o el pasado y glorioso primer mundial ganado por España en Sudáfrica. Y ahora, esto.
Lo que pasó en 1998 fue bochornoso, sí: Nigeria nos ganó 3-2 con una actuación estelar de Zubizarreta, empatamos a cero con la todopoderosa Paraguay y nos reservamos el mejor partido, el 6-1 ante Bulgaria, cuando ya no había prácticamente nada que hacer.
España, como en aquel mundial de Francia, como en el '78 en Argentina, como en el '66 en Inglaterra y como en 1962 en Chile, ha caído en la primera fase. Esta vez solo nos han hecho falta dos partidos.

El próximo lunes nos aguarda un apasionante Australia-España, amigos.



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