lunes, 29 de septiembre de 2014

Jornada 6: Leo Baptistao, Neymar y Messi

Ya están aquí Los tres balompédicos de la jornada 6 de la Liga BBVA:

3-LEO BAPTISTAO
Tercer puesto de la jornada para el brasileño del Rayo Vallecano, que repite en esta sección tras lograr un nuevo doblete, esta vez ante el Levante. Y ya es el segundo en cuatro días.
Paco Jémez tiene enrachado a su delantero, que ahora mismo es el cuarto máximo goleador de la liga. Gracias a sus dos tantos en el Ciutat de València, el Rayo sumó su segunda victoria consecutiva de la temporada.
El próximo reto para Leo Baptistao, este fin de semana frente al Barça, a quien nunca le ha marcado.





2-NEYMAR
Neymar da Silva Santos Júnior ha empezado con buen pie esta temporada y ya es el segundo artillero de la Liga BBVA, con seis goles. 
El hat-trick del brasileño en el 6-0 del Barça al Granada le coloca como uno de los protagonistas del fin de semana. Neymar se va asentando cada vez más en el conjunto de Luis Enrique y ya está cerca de su registro goleador en liga de la temporada pasada, en la que consiguió nueve tantos. Segundo puesto para Neymar Jr.


1-MESSI
Lionel Andrés Messi está perfeccionando su rol equilibrista de goleador-pasador en el presente Barça. A los dos goles que consiguió el crack argentino el pasado sábado -con los que alcanza ya los 401 en su carrera profesional, contando el FC Barcelona y la Selección Argentina-, hay que sumarle los tres pases de gol que dio en la victoria azulgrana.
Todo ello nos dice que el rosarino es, además del tercer máximo goleador (con cinco goles en esta liga), el máximo asistente, con siete pases de gol. 
Merecido primer puesto de la jornada para Leo Messi.

Granada de mano

El Barça le endosó el sábado un set en blanco al Granada. Lo que debería ser algo normal (con todo el respeto para el conjunto de Joaquín Caparrós) no puede convertirse en un alarde de alegría desmesurada. Se entiende que meterle seis goles al rival después de un tropiezo como el de Málaga
-que, dicho sea de paso, espero y deseo que solo fuese un espejismo, pues en La Rosaleda me pareció ver un retrato del Barça del año pasado- tranquilice a ese sector de la afición ávido de goles y espectáculo en el que me incluyo. Ahora bien, no hay que lanzar las campanas al vuelo.

Me gustó algo que dijo Luis Enrique hace poco, eso de que "el elogio debilita", porque es especialmente aplicable a equipos como el Barça, con jugadores acostumbrados a ganar siempre.
Es evidente lo balsámico del 6-0 de este fin de semana porque ayuda a recuperar la confianza (de jugadores y seguidores) tras un partido apático y tosco como el del pasado miércoles, pero no debe servir el 'borrón y cuenta nueva' culé con una goleada en el Camp Nou ante un rival (muy) débil cada vez que se venga de pinchar por ahí.

A este equipo hay que exigirle más para que no caiga en las redes de la autocomplacencia y la autocrítica endulzada ("es difícil jugar contra nueve defensas"). El Barça debe buscar alternativas ante la adversidad, porque la va a encontrar, y bastante, a lo largo de la temporada. El próximo escollo, el de mañana en París, debería solventarse de forma autoritaria dando el primer puñetazo en la mesa de la temporada.

Lo digo desde ya: no me va a servir mañana por la noche escuchar las justificaciones de los jugadores azulgranas tras un empate o incluso una derrota ante el PSG. No. Está claro que el Paris Saint-Germain tiene muy buen equipo (y algunas bajas importantes), que el escenario de la Champions le da un toque claramente diferente al partido y que el duelo en sí será el más difícil para el Barça en lo que va de temporada, pero repito, los de Luis Enrique tienen que ser capaces de imponerse con solvencia en el Parque de los Príncipes. Lo demás no me vale.

Volviendo al partido contra el Granada, el Barça fue capaz de sacudirse la presión del rival en el primer tramo del encuentro y, sin ofrecernos nada que no hayamos visto ya esta temporada -en el aspecto positivo-, nos vendió una vistosa victoria. El binomio Messi-Neymar funciona a la perfección, Rakitic se está erigiendo en uno de los líderes de la afición, Xavi sigue siendo tan bueno que puede jugar partidos así y dar la sensación de estar en el mejor momento de su carrera y hasta Alves centra bien (véase el 4-0).

Confianza, sí. Autocomplacencia, no. La autocomplacencia puede acabar siendo una granada que te explota en la mano.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Jornada 5: Sergio Álvarez, Leo Baptistao y Cristiano Ronaldo

Estos son Los tres balompédicos de la jornada 5 de la Liga BBVA:

3-SERGIO ÁLVAREZ
En el derbi gallego, segundo partido de esta última jornada intersemanal de liga, el Celta le estaba ganando 2-1 al Deportivo cuando, en el minuto 88, el árbitro señaló una pena máxima favorable al conjunto coruñés. 
Sergio Álvarez Conde (Catoira, Pontevedra, 3 de agosto de 1986) se erigió en héroe celtiña al detenerle el penalti a Medunjanin, dejando así los tres puntos en Balaídos. Tercer puesto de la jornada para el Gato de Catoira.










2-LEO BAPTISTAO
Segundo puesto para el brasileño (Santos, Brasil, 26 de agosto de 1992), que este año ha regresado a su club de origen, el Rayo Vallecano, cedido por el Atlético de Madrid. 
El miércoles, en Vallecas, La Gacela anotó sus dos primeros goles de la temporada. El primero, al borde del descanso para empatar el partido que su equipo perdía por 0-1 ante el Athletic Club. Ya en el último suspiro -minuto 90-, el delantero consiguió el 2-1 que certificaba la victoria local, la primera del Rayo en este curso.





1-CRISTIANO RONALDO
El portugués brilló con luz propia en el Madrid-Elche que abría la jornada. Y esta vez no logró un hat-trick, sino un póquer de goles. Cuatro de los cinco tantos merengues llevaron la firma del luso: el primero de ellos, el que ponía el 2-1 (minuto 28), desde los once metros. Tres minutos después el de Madeira hacía el tercero de los blancos con un gran remate de cabeza. Y ya en las postrimerías del encuentro, volvió a meter un penalti cometido sobre él mismo para, en el 91', establecer el definitivo 5-1 tras una asistencia de Bale. 
Tras estos cuatro tantos, CR7 se coloca en lo alto de la tabla de máximos goleadores con la friolera de 9 goles en 5 partidos. 
¿Irá ahora el portugués a por el 'repóquer'? 
Nuevamente, merecido primer puesto de la jornada para Cristiano Ronaldo.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Boquerones en vinagre

Primero hay que limpiar los boquerones. Se tira de la cabeza, se abren a lo largo introduciendo el dedo por la parte del vientre y se retira la espina 

El Barça no ejecutó bien la receta anoche en La Rosaleda. Los de Luis Enrique, sí, intentaron limpiar al rival con el mismo juego de posesión de siempre, pero no fueron capaces de tirar de la cabeza del Málaga, ni de conseguir abrir los boquerones (a lo largo del campo) ni de desarticular la espina del conjunto de Javi Gracia.

Después se enjuagan y se dejan un rato en agua helada a desangrar. Se sacan, se escurren y se ponen en un recipiente con un vaso de vinagre y sal

El Barça, de hecho, ya empezó mal a elaborar la receta. Antes de enjuagar, claro está, hay que bañar a los boquerones. Después, se puede ir alternando la velocidad con la elaboración para desgastar al rival. Si este paso se hace bien, entonces es cuando se pueden sacar y jugar a placer con ellos hasta meterlos en un recipiente con vinagre y sal (metafóricamente, dedicarse a jugar bonito tras haber realizado ya la parte más engorrosa). Lo único que el Barça ejecutó a la perfección en este paso fue dejar que los boquerones se escurrieran.

Se dejan de una a dos horas, hasta que estén blancos y con la carne prieta. Se les escurre el vinagre y se cubren de aceite de oliva virgen y ajo picado si se quiere

El Barça también tuvo anoche prisa por sacar el plato rápidamente y no supo calibrar los tiempos de elaboración. Si hubiese metido los boquerones en ese recipiente de superioridad futbolística desde un principio, los boquerones, como indica este paso, habrían acabado blancos y exhaustos del esfuerzo. Una vez se hubiesen realizado estos pasos, habría sido del todo fácil cubrir al conjunto rival de aceite de oliva virgen de la mejor calidad e incluso añadirle ajo picado (Munir o Sandro) para acabar de dar sabor a la goleada.

Nota: para saber el punto de sal, se echa un boquerón antes de empezar a salar. Cuando el boquerón sale a flote es que se ha conseguido el punto

El conjunto de Luis Enrique fue anoche un cocinero con miedo a pasarse con la sal, y el plato le quedó muy soso. Tan soso que ni siquiera tiró entre los tres palos.
Al final, el boquerón salió a flote y, efectivamente, consiguió el punto.

martes, 23 de septiembre de 2014

Jornada 4: Javier Hernández, Luciano Vietto y Cristiano Ronaldo

Después de una goleador fin de semana, hoy la cosa va de dobletes y hat-trick.
Los tres balompédicos de la jornada 4 de la Liga BBVA son:

3-JAVIER HERNÁNDEZ

Chicharito saltó al césped de Riazor en el minuto 77 de ese partido que el Real Madrid venció por un humillante 2-8. El mexicano, en su tercer encuentro como merengue, se estrenó como goleador y lo hizo por partida doble. El primero, en el 87' tras un zurdazo a la escuadra (para mí el gol de la jornada); el segundo, ya en el descuento, para hundir un poco más a la defensa del Dépor. 
A pesar de lo poco relevante de sus goles (entró en el campo con 1-6 en el marcador), no es nada fácil salir así de enchufado y conseguir un doblete en apenas un cuarto de hora. Medalla de bronce para Javier Hernández. 



2-LUCIANO VIETTO
Este joven argentino (Balnearia, Córdoba, 5 de diciembre de 1993) está llamado a ser uno de los grandes nombres del fútbol de su país. Esta temporada ha debutado con el Villarreal procedente del Racing Club de Avellaneda y, en solo unos cuantos partidos con el 'submarino amarillo', ya ha dado muestras de su calidad. El domingo pisó El Madrigal cuando el Rayo Vallecano dominaba por 1-2. Tras el empate de Musacchio, Vietto se encargó de colocar por delante a su equipo y de certificar la victoria villarrealista con el definitivo
4-2. Doblete de La Joya, que promete.












1-CRISTIANO RONALDO
CR7 no había marcado aún en Riazor y el sábado se quitó esa espina... y de qué manera.
En su visita a La Coruña, el de Madeira abrió el marcador con un gran cabezazo, puso prácticamente la sentencia al convertir el 0-3 y completó su triplete particular marcando el    
1-6. 
Con este nuevo hat-trick, el portugués ya suma 20 en la Primera División española, a tan solo dos de Zarra y Di Stéfano. Un nuevo récord por el que seguro luchará el crack madridista, que sigue agrandando su leyenda con actuaciones como la que protagonizó ante el Deportivo. Merecido primer puesto de la jornada para Cristiano Ronaldo.

Levante la manita

Que levante la mano quien piense, como Luis Enrique, que "nadie gana la Liga en septiembre". Muchas manos levantadas. Bien, que levante la mano ahora quien crea que la Liga sí se empieza a ganar en septiembre. No está tan claro. ¿O sí?
La 'manita' al Levante no es más que otro paso en la larga travesía que es ganar el título liguero. Ahora bien, ganar estos partidos, en septiembre, es fundamental para, como mínimo, seguir mostrándose intratable ante los máximos rivales (véase Madrid y Atlético, y del Sevilla y el Valencia ya hablaremos). Hay que ganar estos partidos sí o sí para no generar ninguna duda. Con esto, además de incrementar la autoconfianza, se logra ejercer un efecto inverso sobre los perseguidores más inmediatos. Si desde el principio del campeonato ganas de forma consecutiva en todas las jornadas (el año pasado fueron siete) hasta un inevitable tropiezo, le estás gritando a tus rivales que sí, que os veréis las caras de marzo en adelante, pero que tú podrás afrontar el tramo final con más garantías y más margen de error que ellos. Es decir, que evidentemente es mejor sacarle desde ya seis puntos al Madrid que sacárselos o estar peleando por hacerlo en las últimas jornadas. Por lo tanto, es una cuestión capital ir sumando los tres puntos en campos como el Ciutat de València porque, aunque aún estemos en septiembre, los tres puntos del domingo son los tres típicos puntos que al final pueden valer una liga.

Estoy convencido de que el Barça seguirá en esta buena línea. Puede incluso que supere el récord de la temporada pasada, con aquellos memorables 21 puntos conseguidos en los siete primeros partidos. Lo digo más que nada porque este, aunque a simple vista no lo parezca tanto, es un Barça diferente al de la campaña anterior. No tanto por resultados -de momento son igual de buenos que los de la 2013-14- como por equipo y sistema de juego. El Barça tiene ahora mayor y mejor fondo de armario. La incursión de hombres como Munir o Sandro, junto a las incorporaciones de Rakitic, Rafinha y Mathieu, en defensa, le están aportando al conjunto azulgrana nuevas opciones que antes no tenía.

Los casos de Munir y Sandro son los más evidentes, pero no hay que descuidar el papel de Rakitic. En el caso de los dos canteranos, se puede decir que, talento aparte, tienen el hambre propio del debutante con ganas de demostrar. Eso, por un lado. Por otro, sirven para ponerle las pilas a hombres como Pedro o Neymar.
Rakitic, por su parte, demuestra que también hay gol desde la segunda línea y que esto, que quizás no fuese tan vital el domingo, puede ser de suma importancia en futuros partidos más complicados.

Y no nos olvidemos de la portería. Mantener la portería a cero en los cuatro primeros partidos (cinco, contando el de Champions), que no es algo muy habitual, demuestra que la defensa está enchufada y la portería bien atendida. En este aspecto, la competencia que Lucho está fomentando tanto en la zaga como bajo palos, es algo que al equipo le está viniendo muy bien, porque vende más caro que nunca un puesto en el once titular y hace -y hará- que los futbolistas estén mucho más motivados a la hora de jugar.

Si hablamos de Messi, es evidente que el argentino también ha experimentado un cambio -a mejor- respecto a la campaña anterior. Lejos de obcecarse cuando no le salen las cosas, el argentino parece ahora más asociativo que nunca. Que falla un penalti, reparte asistencias y espera su momento para acabar anotando.

El Barça, pese a no afrontar, ni de lejos, su partido más complicado de esta temporada, supo articular un juego fluido y dominar el partido (la expulsión injusta de Vyntra con 0-1 también facilitó las cosas, dicho sea de paso) exhibiendo un amplio muestrario de recursos. Y, lo más importante, se llevó los tres puntos. Tres puntos más. Y ya son doce de doce.
Porque la Liga se empieza a ganar en septiembre. Que levante la mano quien esté de acuerdo.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Los equipos malos

Ya lo decía mi hermano cuando era mi entrenador y nos alertaba en el vestuario antes de enfrentarnos a un equipo peor que el nuestro: <<Vamos a estar concentrados, porque los equipos malos te hacen malo a ti también>>.
Normalmente, con los equipos denominados "malos" suelen suceder dos cosas: que el equipo bueno no tenga problemas para darle un baño y golearle, o bien que el equipo malo contagie al bueno hasta el punto de ponerle en apuros, pero no de ganarle. Si acaso empatarle, pero no ganarle. Los equipos malos no le ganan casi nunca a los buenos. Esto sucede por la propia naturaleza futbolística del equipo malo, que casi siempre está bien organizado -especialmente en defensa- y trata de aprovechar los limitados recursos de que dispone para intentar hacer daño al rival en una de las pocas ocasiones que sabe que tendrá frente a su rival, infinitamente superior, especialmente si el partido es en el campo del equipo bueno.
A veces al equipo malo le sale medio bien y el equipo bueno se lleva los tres puntos sufriendo, ganando por un gol y dando la sensación de haber hecho un partido pobre y aburrido. Otras veces, las que más, el equipo bueno se da un festín de buen juego y virguerías y, además, golea sin piedad al equipo malo.

Anoche el equipo malo era el APOEL y el bueno, evidentemente, el Barça.
Los de Luis Enrique, con su novedoso 2-5-3, lo intentaron de todas las maneras posibles para lograr goles en lo que debería haber sido un plácido primer partido de la Champions League 2014-15.
Lo que pasó, sencillamente, fue que el APOEL de Nicosia le transmitió al Barça su escasa calidad y fluidez en el juego, y así pudimos ver cómo los Messi, Neymar y compañía difícilmente lograban desbordar a sus oponentes. Casi nada salía. Ni los uno contra uno, ni las posesiones (menos largas de lo que se presuponían), ni abrir con facilidad la línea de pase de tres cuartos de campo en adelante ni, menos aún, los disparos a puerta. El autobús chipriota y el ex canterano azulgrana y guardameta rival, Urko Pardo, hicieron el resto.

Lo más destacable de la victoria del Barça anoche fue en sí el gol de la victoria. El tanto de cabeza de Piqué invita al optimismo en Can Barça en las jugadas a balón parado, aspecto en el que el conjunto culé no destaca especialmente pero que, en partidos como el de ayer, puede suponer salvar los muebles. Ya se encontrará el Barça, como en tantas otras veces, con equipos que se encierran atrás y a los que parece imposible batir practicando el fútbol habitual (ahí están equipos como el Atlético para atestiguarlo), equipos que seguramente no serán tan benévolos en ataque. El Barça, sí, defendió bien y no tuvo problemas serios (de hecho Ter Stegen tocó su primer balón con las manos en el minuto 64), pero el mínimo margen en el marcador empezó a instalar cierto nerviosismo en el Camp Nou, que a punto estuvo de convertirse en ataque de nervios si el ex del 'Gladbach no hubiera evitado el empate en los instantes finales.


Recuerdo un partido que jugué a finales de los noventa con mi equipo, la U. F. Barberà. Creo que éramos benjamines. De lo que estoy seguro es de que era la primera jornada de liga y jugábamos fuera de casa. Lo recordaré siempre. Ganamos 0-19 y yo marqué seis goles ese día ante un equipo que prefiero no nombrar por tal de no herir los sentimientos de sus aficionados, los del VDF Roureda (Sabadell).
No es que nosotros fuésemos el mejor equipo del mundo, es que ellos eran malos. De hecho, eran MUY malos. Y además contaban con una inexistente organización sobre el campo, lo que nos facilitó el asunto.
No había acabado el partido y ya estábamos contando con los 3 puntos de la segunda vuelta.
No os penséis que os voy a contar que para el partido de la segunda vuelta nos confiamos tanto que acabamos perdiendo. No, por supuesto que no. Ganamos 8-1. Aunque una sensación rara, fría, de frustración, se apoderó de nosotros cuando llegamos al descanso con un vergonzoso 1-1. ¿Cómo podía ser eso? Si eran los últimos clasificados y en su campo les habíamos metido diecinueve. Creíamos que les íbamos a dar otra paliza, sin más. Y eso que el míster, mi hermano, nos lo había advertido antes del partido: <<Cuidado, porque los equipos malos te contagian y te acaban haciendo malo a ti también>>. En la segunda mitad lo remediamos saliendo a comernos al rival, sabiendo que si seguíamos especulando el tiempo iba a correr en nuestra contra, así que había que hacer goles y ser efectivo, que ya habría otros días para intentar jugar "bonito".
Salvando las grandísimas diferencias entre mi divertida y nada ostentosa anécdota (recordad, marqué seis goles) y el partido de anoche, el equipo al que le metimos 27 goles en dos partidos vendría a ser el APOEL. Solo que el APOEL, a pesar de ser un equipo malo, sí estaba bien organizado y por eso evitó una goleada de escándalo (esto no quiere decir que en Nicosia el Barça no pueda golear al APOEL por muy organizado que este esté, la diferencia es abismal).

A lo que voy: el Barça debe jugar concentrado y salir a ganar desde el primer minuto. Debería hacerlo siempre, pero más si cabe contra equipos como el APOEL. El equipo bueno corre un gran peligro ante el equipo malo cuando se confía debido a la flagrante diferencia de calidad existente entre ambos.
Van pasando los minutos, los goles no llegan porque el equipo malo está (muy bien) replegado, los jugadores se van frustrando a lo largo del partido viendo cómo una y otra vez no les sale nada de lo que intentan, y así se llega a los minutos finales con la sensación de haber hecho un mal partido y, en el peor de los casos, ver cómo el equipo malo, la perita en dulce de tu grupo, por cierto, puede arrebatarte los tres puntos en alguna jugada aislada. Es lo que tienen los equipos malos.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Jornada 2: Lombán, Sandro Ramírez y Zurutuza

Por su actuación en los partidos de este fin de semana y sobre todo por sus goles, de vital importancia para sus respectivos equipos, estos son Los tres balompédicos de la jornada 2 de la Liga BBVA:

3-LOMBÁN
David Rodríguez Lombán le dio una alegría anoche a los aficionados franjiverdes en el Elche-Granada que cerraba la jornada.
El ex del Barça B remató a gol un centro en el minuto 91 y rescató un punto para el conjunto ilicitano. 
Afianzado en el centro de la zaga, Lombán afronta su segunda temporada en las filas del Elche C.F.











2-SANDRO RAMÍREZ
Había estado a las órdenes de Luis Enrique durante la pretemporada del FC Barcelona, marcó en el Gamper y ayer, en el complicado partido que el Barça jugaba ante el Villarreal, le llegó su hora y debutó en partido oficial saltando al césped de El Madrigal para jugar los últimos 20 minutos. Fueron suficientes. 
El canario (Las Palmas de Gran Canaria, 1995) tuvo su oportunidad y no falló. En el 81', aprovechó una buena jugada de Messi para empujar el balón y darle los tres puntos al conjunto azulgrana. Un gol importantísimo. Medalla de plata para Sandro.


1-ZURUTUZA
David Zurutuza (Rochefort, Francia, 1986) es el nombre de la jornada. Asentado en el primer equipo de la Real Sociedad desde la 2009-10, con los Txuri-urdin en Segunda División, el vascofrancés no se caracteriza por tener una gran capacidad goleadora, pero ha conseguido tantos importantes para la Erreala en estos años.
La temporada pasada, sin ir más lejos, solo marcó un gol, pero fue en la victoria por 3-1 de la Real frente al Barça.
En esta recién estrenada 2014-15, el centrocampista ya ha mejorado ese registro. Ayer le hizo dos goles al Real Madrid en Anoeta en el partido que acabó 4-2. Y probablemente Zurutuza hizo los dos más importantes: el del empate (2-2) y el 3-2 que ponía a los donostiarras por delante en el marcador.
Primer puesto de la jornada para Zuru.






El submarino es un postre

Al Villarreal se le conoce como Submarino amarillo desde que en 1967 el conjunto castellonense ascendiera a Tercera División y lo festejara con la música de la canción que Los Mustang versionaron del archiconocido tema de The Beatles.
La opinión general relacionó la canción de los de Liverpool con las drogas, algo que desmintió Paul McCartney, compositor de la pieza, quien estableció que la única relación entre tan psicodélica canción y el desconcertante título, el de 'submarino amarillo', era un tipo de dulce o postre que él había probado en Grecia en alguna ocasión.

Ayer el submarino, más que amarillo, fue dulce. Más concretamente para Sandro Ramírez, que lo probó y saboreó en el minuto 81, once después de debutar en partido oficial con el primer equipo del FC Barcelona.
Cierto es que su ansiado primer gol no fue de bella factura ni será recordado por los youtubers coleccionistas de golazos. Incluso el chaval se fue a celebrarlo solo mientras el resto del equipo se iba a abrazar a Messi, artífice de la jugada, pero qué demonios... Sandro había marcado su primer gol de verdad con el Barça y le iba a dar los tres puntos a los de Luis Enrique. El submarino era suyo.



En otro orden de cosas, Lucho estuvo valiente y dejó claro que no se casa con nadie. Ni con Neymar, ni siquiera con Xavi. Ambos tuvieron que esperar su turno.
Munir estuvo activo, pero no se puede maravillar al mundo en cada partido. Algo que sabe bien Leo Messi, que se esfuerza por volver a ser Leo Messi... y parece que empieza a  conseguirlo.

Ganar en El Madrigal ya se sabe lo complicado que es, por lo cual la victoria del Barça ayer es todavía más importante. A los Messi, Pedro y compañía solo les faltó concretar sus ocasiones y tratar de sentenciar lo antes posible para no pasar apuros más tarde, cuando el Villarreal ya se animaba a plantear un partido de ida y vuelta en el que cualquier cosa podría haber pasado. Dos palos de Messi y dos del Villarreal así lo atestiguan.

Por lo demás, el Barça dominó el encuentro. Con el metrónomo Rakitic y el 73% de posesión a su favor y a pesar de lo tardío del gol azulgrana, el Barça estaba convencido de llevarse el partido. Y eso me gusta.
Probablemente en el mismo partido pero en la temporada pasada, en la misma jornada, con el mismo rival y el mismo escenario el cero a cero que reinó ayer hasta el minuto 80 se habría dado por bueno.

Ahora los jugadores tienen hambre. Y después viene el postre.

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