martes, 28 de abril de 2015

Los tres balompédicos de la jornada 33

3-VÍCTOR CASADESÚS

Un gol le bastó al Levante para vencer al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez y mantenerse alejado de los puestos de descenso. En el minuto 35, el mallorquín Víctor Casadesús (S'arenal, 28 de febrero de 1985) conectaba el balón con un gran remate de cabeza a la salida de un córner y hacía inútil la estirada de Guaita. El ex del Mallorca, Real Sociedad y Nàstic de Tarragona lleva ya anotados ocho tantos esta temporada y es el segundo máximo goleador del Levante. Buena temporada la de Víctor con el conjunto granota y merecido tercer puesto balompédico de la jornada.








2-GRIEZMANN
Está imparable Antoine Griezmann. Dos nuevos goles del francés, esta vez ante el Elche en la victoria del Atlético por 3-0 para intentar olvidar la reciente eliminación de la Champions.
Le costó lo suyo a los rojiblancos quienes, tras irse con empate a cero al descanso, supieron enderezar el rumbo en la segunda mitad. 
En el 55' Griezmann, en un alarde de oportunismo, aprovechaba un rechace a tiro de Koke para rematar de cabeza dentro del área pequeña e inaugurar el marcador. Después del 2-0 de Raúl García, nuevamente Griezmann, en el 77 de partido, hacía el tercer y definitivo gol de la tarde al servirse de una asistencia de Saúl para batir otra vez a Tyton.
Son ya 22 goles los que lleva en Liga el de Macon, que se coloca tercero en la tabla de máximos anotadores. Increíble la explosión de Griezmann esta temporada en las filas del Atlético, superando de lejos sus marcas goleadoras de años anteriores. 
Medalla de plata para El Principito, que entra en esta sección por quinta vez en lo que va de temporada.



1-CHICHARITO
Otro que está on fire es Javier Hernández Balcázar. El mexicano (Guadalajara, 1 de junio de 1988) fue el protagonista de la victoria ante el Atlético de Madrid con un gol que le daba el pase a semifinales de la Champions League a los blancos. No contento con ello, el ex de Guadalajara y Manchester United volvió a reivindicarse el pasado domingo en Balaídos anotando dos goles providenciales en la victoria del Madrid por 2-4 en un partido intensísimo ante el Celta. En el minuto 24, después del tanto inicial de Nolito y el posterior empate de Kroos, Chicharito adelantaba al conjunto merengue tras una buena combinación con James. A 20 minutos del final, Javier Hernández hacía el de la sentencia con un magnífico control orientado a pase lejano de Sergio Ramos y una gran definición para batir nuevamente a Sergio Álvarez.
Está trabajando duro el mexicano para contar con las oportunidades que le va dando Ancelotti. Y las está aprovechando. El delantero lleva 6 goles en Liga y es el quinto máximo goleador del equipo.
Merecido primer puesto de la jornada para el Chícharo.

miércoles, 22 de abril de 2015

Fuentealbilla-Frederiksberg


"ENJOY INIESTA" debería rezar una pancarta en el Camp Nou tal y como lo hacía aquella en honor a Michael Laudrup en el momento álgido del Dream Team.
Los años han pasado, sí, pero algunas cosas parecen no cambiar nunca.
Si la afición barcelonista tuvo en Laudrup a la personificación de la magia con un balón en los pies, Andrés Iniesta se ha ganado a pulso el cariño de los culés tanto dentro como fuera del campo.
Don Andrés, medio manchego, medio danés, lleva años cautivando con su fútbol y ganándose un lugar privilegiado en la retina de los espectadores.
Lugares como Fuentealbilla, Stamford Bridge y Johannesburgo son ya topónimos inherentes a Iniesta, al cual se podría ligar de forma indeleble otro nombre propio: Laudrup.

Como al mágico centrocampista natural de Frederiksberg (ídolo confeso de Iniesta) al manchego se le atribuye la capacidad de embelesar y enamorar al aficionado con jugadas y acciones solo al alcance de muy pocos. Y esos pocos futbolistas, claro, son los típicos que no necesitan hacer 90 minutos espléndidos para despertar los elogios de la afición y de la prensa. Basta con jugar 45 minutos perfectos, llevando en volandas al equipo con control, inteligencia y desequilibrio en el centro del campo -como anoche frente al PSG-, e incluso es suficiente con verle protagonizar la jugada del partido: partiendo de su propio campo, conduciendo, zafándose de tres rivales con el balón cosido a la bota para acabar asistiendo medidamente a Neymar en el 1-0 para comprobar que Iniesta se desquita de los rivales al mismo tiempo que lo hace de las críticas por la escasez goleadora y asistente de esta temporada mientras vuelve a iluminar con su magia a un Camp Nou que ya la echaba en falta.


Con la actuación sublime del manchego -perfectamente ilustrada con la jugada del primer tanto- el Barça ganó en dominio en la medular y en dinamismo ofensivo, lo cual, combinado con la alta presión arriba y con la falta de autoexigencia de los franceses, ayudó a que el partido, más que un mero trámite para pasar a semis, se acabase pareciendo más por momentos a un Gamper de esos en los que el Barça golea y juega a placer ante equipos de un nivel bastante alejado al del PSG.
Los de Luis Enrique, con el once de gala, comprometidos y nada confiados por el 1-3 de París, hicieron nuevamente un partido inteligente en el que demostraron con buen juego, concentración, con los dos goles de Neymar y con un Andrés Iniesta que volvió a erigirse en estrella culé, por qué el Barça pasa merecidamente, por séptima vez en las últimas ocho temporadas, a las semifinales de la Liga de Campeones.

martes, 21 de abril de 2015

Los tres balompédicos de la jornada 32

3-CLAUDIO BRAVO
"Zubi me fichó dos porterazos" (Luis Enrique dixit) y uno de ellos es Claudio Bravo. El chileno (Buin, Región Metropolitana de Santiago, 13 de abril de 1983) está haciendo una gran campaña con el FC Barcelona tras haber cosechado buena fama durante ocho temporadas defendiendo la portería de la Real Sociedad. En esta 2014-15, el ex de Colo-Colo lleva encajados solo 19 goles (un promedio de 0'59 goles por encuentro) situando al Barça, de lejos, como el equipo menos goleado de la Liga BBVA.
El pasado sábado, en el choque complicadísimo que el Barça venció al Valencia por 2-0, Bravo tuvo una destacada actuación, especialmente determinante en el minuto 10, cuando le detuvo un penalti -el primero que para esta temporada- a Dani Parejo.
Como curiosidad, y en un dato ciertamente sonrojante para la Real Sociedad, vale la pena recordar que Claudio Bravo es el último jugador que anotó un gol de falta directa para el conjunto txuri urdin. Fue el 14 de febrero de 2010, en el que el chileno anotó el único gol del partido ante el Nàstic de Tarragona.
Bravo por Claudio. Tercer puesto balompédico para el Cóndor Chico.

2-ADURIZ
Todo empezó con un penalti que no era porque este se produjo fuera del área. El Athletic supo sacar partido de su superioridad numérica tras la expulsión de Emiliano Velázquez y hacer añicos al Getafe (4-0). Aritz Aduriz transformó esa pena máxima al filo del descanso y adelantó a los leones. Dos minutos después de la reanudación, el easonense dejaba encarrilado el partido en San Mamés con el 2-0 tras aprovechar una buena asistencia de Iraola y cruzar el balón para batir a Guaita.
El delantero lleva ya 14 goles en liga y es el segundo máximo goleador español del torneo. Sus tantos están ayudando al Athletic Club a acercarse a la séptima plaza, la que da derecho a jugar la Europa League.
Medalla de plata de la jornada para El Zorro.

1-GRIEZMANN
1-2 para el Atlético en Riazor con dos goles de Griezmann. El Principito voló en el espectacular 0-1 después de una embarullada jugada en el área del Dépor y se sacó una tijera con la que abría el marcador. Solo un cuarto de hora después, el borgoñés volvía a ser el más listo de la clase y se colocaba al segundo palo en un saque de banda, esperando al rechace para soltar un zurdazo raso cruzado con el que batir nuevamente a Fabricio y dejar el partido visto para sentencia.
El internacional galo acumula ya 20 dianas y es el tercer máximo goleador de la Liga BBVA.
Colándose por cuarta vez en esta sección esta temporada, esta semana el merecido primer puesto balompédico es para Antoine Griezmann.

lunes, 20 de abril de 2015

The Amazing Barça


<<Un gran poder conlleva una gran responsabilidad>> le dijo en su día Benjamin Parker a su sobrino Peter tratando de inculcarle el sentido del deber.
El poder arácnido de Spider-Man es perfectamente extrapolable al Barça, como concepto en general, pero especialmente al Barça que encara el tramo final de la temporada.
Unas veces increíble y asombroso, goleando y satisfaciendo a los aficionados, otras veces más austero, peleón y simplificado, sin despertar grandes elogios, lo más fascinante de los equipos como este Spider-Barça es lo claro y asumido que parecen tener su sentido del deber.
Si en el Parque de los Príncipes los de Luis Enrique (el particular Stan Lee de esta temporada) sacaron a relucir sus poderes hasta hacer caer al PSG en su telaraña futbolística, en el Camp Nou, frente al Valencia, vimos al Peter Parker del balón: responsable y comprometido pero sin llamar mucho la atención. Y es normal. Y casi obligado.

El Valencia, ese equipo renaciente llamado a ser un nuevo superhéroe, hace tiempo se despojó de las obligaciones coperas y aspira a jugar la próxima Champions pudiendo centrarse, única y exclusivamente, en los entuertos semanales de la liga.
Con un equipo suficientemente preparado para jugarle de tú a tú y para poner en serios apuros al Barça, el conjunto ché pudo salir victorioso del Camp Nou el pasado sábado, pero no. Ahí estaba el superhéroe azulgrana.

Peter Parker, sabedor del esfuerzo al que se enfrentaba al encontrarse justo en medio de una dura eliminatoria contra el Paris Saint-Germain, tan exigente física y mentalmente, supo dosificarse y economizar energías, cuándo hacer daño al rival, cómo contenerlo y desgañitarse de sus ataques.
Así fue como se produjo el 2-0 final en el Camp Nou. El Barça, consciente de su poder -y de su responsabilidad- planteó un partido de carga y contención, pese a no renunciar -nunca lo hace- a tener el balón, a sus chispazos eléctricos y a la eficacia más alta últimamente vista en Barcelona para conseguir doblegar al rival, lográndolo de forma igualmente efectiva en ambas áreas y en momentos claves.
El Barça golpeó en el primer minuto y en el último -con el superhéroe corriendo ya con la lengua fuera- y frenó en seco -especialmente con el penalti parado por Amazing Bravo- las aspiraciones de un Valencia que siempre dio la cara y que posiblemente mereció más en la primera mitad.

El gran poder del Barça, uno de los pocos equipos en Europa con las opciones al triplete intactas, se vio en algunos tramos del encuentro deslumbrado por la propia responsabilidad culé.
A veces, incluso el menor de los resultadistas ha de resignarse a saber sufrir, pelear y defender para sacar adelante los partidos marcados en rojo en el calendario -como el del Valencia- en pos de poder seguir desplegando su poder balompédico en las jornadas venideras.
Este Barça, posiblemente sin el mejor juego que le hayamos visto, va camino de convertirse en amazing desde otro punto de vista futbolístico, solventando los partidos y llegando a la recta final del año futbolístico -final de Copa, líder en liga y las semis de Champions a tocar- con el más estricto sentido del deber sobre el campo.
Vale, el Barça del Stan Lee Martino llegó la temporada pasada, a estas alturas, prácticamente igual de predispuesto. Pero este Spider-Man tiene otro aire...

jueves, 16 de abril de 2015

Parc des Rois


El Parque de los Príncipes parisino vivió ayer una transformación hacia Parque de los Reyes después de la sensacional actuación del Barça.
Bien habría valido un remake de An American werewolf in Paris con el nuevo título de Un hombre lobo uruguayo en París tras el excelente y decisivo partido de Luis Suárez. El charrúa, con dos auténticos golazos, situó al Barça a las puertas de semis de la Champions.

Antes de eso, fue de vital importancia el 0-1 de Neymar a pase de Messi que dejaba al Barça con ventaja al descanso. Los de Luis Enrique ganaron la batalla táctica en muchas zonas del campo ante los parisinos, mermados por las bajas de Ibra, Motta o Verratti, pero con un equipo siempre altamente competitivo. 

Las claves del partido
El orden y la concentración defensiva de los azulgranas. Con unos Piqué y Mascherano inconmensurables -en su línea- que contuvieron a la perfección las embestidas del conjunto de Blanc.
Otra de las claves del partido estuvo en el lateral derecho del Barça. Sin Alves, sancionado, a Montoya le tocó jugar su partido más complicado esta temporada. El canterano no se entiende con Messi tanto como Alves, lo que dificulta las combinaciones azulgranas por la banda derecha. Montoya, además, se vio ampliamente desbordado por su carril debido a las internadas del exazulgrana Maxwell, que a su vez facilitaban las incorporaciones del potente Matuidi a través de un pasillo interior que conducía directamente al peligro en la meta de Ter Stegen.

En el PSG la cosa se empezó a complicar con el 0-1, que llegó dos minutos después de un aviso de Messi al palo y un minuto antes de la inesperada lesión de Thiago Silva, que dio lugar a un David Luiz probablemente no recuperado totalmente de sus problemas físicos, lo cual quedó contrastado de forma evidente en el 0-2 y el 0-3 de Suárez, ambos con caños espectaculares, y en los que el central brasileño quedó retratado.

El centro del campo azulgrana administró inteligentemente los tempos, al contrario de lo ocurrido en Sevilla, y supo cuándo y cómo aumentar y aminorar las marchas pese a las inevitable ida y vuelta que vivió el partido en muchos tramos, inexorable por el hecho de tratarse de un equipo como el Paris Saint-Germain que propone un juego físico, rápido y técnico a partes iguales. El Barça controló la medular durante casi todo el encuentro y, pese a no haber hecho tampoco su mejor partido de la temporada, lo cierto es que no vio peligrar seriamente el marcador como en el Sánchez Pizjuán. Estupenda la incursión de Xavi producida, por desgracia, como consecuencia de la lesión de Iniesta. El egarense administró mejor que nadie el balón en París y ayudó a que Busquets -que perdió más balones de lo habitual- acabase adueñándose del espacio y redondeando su actuación.

En la portería, Ter Stegen se enfrentó al difícil reto de concentración que supone tener que actuar muy de vez en cuando, pero atajando con solvencia en la mayoría de ocasiones -sublime en el tiro de Cavani a la media vuelta y en el disparo lejano de Pastore- hasta el 1-3 en el que el desvío involuntario de Mathieu a tiro de Van der Wiel no permitió reaccionar a tiempo al alemán.

Y, claro está, la mayor clave del PSG-Barça fue el ataque culé. Messi solo requirió el gol para cuadrar el partido perfecto. El argentino tuvo que bajar a recibir el balón a la zona de tres cuartos y más atrás aún cuando la elaboración por la banda de Montoya y Rakitic se atascaba, pero supo moverse bien entre líneas, tocando y conduciendo hasta encontrar los espacios. La buena presión a partir del medio campo y la mordiente de los de arriba empezaron a dar sus frutos con el 0-1, en una jugada iniciada a partir de una pérdida de Pastore culminada con una contra rápida en la que Messi asistió y Neymar batió a Sirigu.
Especial mención merecen los dos goles -y el partido en general- de Luis Suárez. 
En el 0-2, el hombre lobo uruguayo en París se deshizo él solito de David Luiz con un buen túnel, de Marquinhos con un rápido recorte para zafarse después de Maxwell poniéndole el cuerpo antes de perforar la portería francesa en un gol que recordó al conseguido por Eto'o en la final de Roma de 2009.
En el tercero, el charrúa hizo nuevamente de las suyas combinando hábilmente con Mascherano, retratando con otro caño a David Luiz -anoche tuvo pesadillas, seguro- y definiendo a la escuadra con una calidad y una sangre fría apabullantes.

Victoria muy bien trabajada del Barça a todos los niveles y, por consiguiente, merecidísima ante un PSG que no perdía en su estadio en competición europea desde noviembre de 2006. Un estadio, el Parc des Princes, que anoche se tiñó de amarillo fluorescente para convertirse en el Parc des Rois.
El Barça tiene un pie y medio en las semifinales de la Champions League.




martes, 14 de abril de 2015

Los tres balompédicos de la jornada 31

3-THOMAS
Segunda victoria en casa, primera con Sergi Barjuan en el banquillo y séptima del campeonato para el Almería, que sale momentáneamente de los puestos de descenso. El pasado sábado, 3-0 frente al Granada en el Juegos Mediterráneos con un protagonista: Thomas.
El ghanés Thomas Teye Partey (Odumase Krobo, 13 de junio de 1993) anotó sus dos primeros goles en La Liga. Llegado al filial del Atlético de Madrid en 2012, el centrocampista jugó en 2013 en las filas del Mallorca hasta acabar cedido por el club colchonero en la UD Almería el pasado verano.
Autor de un golazo en el Camp Nou en la jornada anterior, tanto que no subió al marcador al haberse invalidado la jugada previamente, Thomas activó su casillero de goles en Primera frente al Granada. El 1-0, al filo del descanso, aprovechando un buen pase de Trujillo solo para empujarla. El 3-0 definitivo, casi al final del partido, en un mano a mano contra Roberto, que acertó a desviar el tiro pero que no pudo evitar que el balón, tras rebotar en la cabeza de Thomas, se colase en la portería visitante.
Tercer puesto de la jornada para el ghanés. No Thomas, no Partey.

2-NOLITO
Primera vez que el gaditano (Sanlúcar de Barrameda, 15 de octubre de 1986) entra en esta sección esta temporada. Y no ha sido precisamente por sus goles. Manuel Agudo Durán, que lleva 8 tantos en este campeonato, no necesitó marcar para librar una auténtica exhibición en el Celta 6-1 Rayo Vallecano del sábado noche. Partidazo brutal del ex del Barça, que participó en hasta cinco de los seis goles celtiñas
A los seis minutos, caño espectacular a Amaya y pase de la muerte a Larrivey, que neutralizaba el tanto inicial de Manucho. En el 21' el Celta se ponía por delante gracias a un gran pase milimétrico de Nolito para Santi Mina. En el 3-1, el balón a tiro de Nolito quedaba muerto para que Larrivey la empujase. El 4-1 también se originó por la banda del extremo izquierdo así como el definitivo 6-1, fruto de un excelente pase al espacio de Nolito nuevamente para Santi Mina.
Tres pases de gol con los que el exfutbolista del Écija Balompié, Benfica y Granada se coloca, con 11 -solo por detrás de Messi y Cristiano-, como el tercer máximo asistente de La Liga. Segundo puesto para Nolito.

1-SANTI MINA
Partido redondo para Santiago Mina Lorenzo, el jugador más joven en los últimos 80 años en anotar un póquer de goles en un partido de la liga española.
El canterano del Celta nacido en Vigo (7 de diciembre de 1995) logró cuatro de los seis goles de su equipo contra el Rayo en los minutos 21, 40, 51 y 56 en el partido disputado en Balaídos, con especial mención para el 4-1, definiendo con gran calidad con una picadita sobre Toño, y para el 5-1, en el que el joven vigués marcaba con un gran remate de cabeza y con el que, para rizar el rizo, confirmaba el 'hat trick perfecto' (de cabeza, con el pie zurdo y con el pie diestro). 
Santi Mina es, además, el curioso heredero del mítico Luis Suárez (único español ganador del Balón de Oro, en 1960) al convertirse en el siguiente jugador gallego en marcar cuatro goles en un partido de Primera División desde que el exjugador del Dépor, Barça, Inter y Sampdoria lo lograra en su momento.
La 'perla' del Celta de Vigo se estrena en La Liga con estos cuatro goles, que se suman a los dos anotados en Copa del Rey.
Merecidísimo primer puesto balompédico de la jornada para el presente y futuro del club vigués, el canterano Santi (el celta tiene una) Mina.

lunes, 13 de abril de 2015

Sevilla tiene un dolor especial


Y lo tiene, para el Barça, porque era casi imposible avistar, tras la primera media hora de juego, lo que acabaría por suceder en el Sánchez Pizjuán.
Dos golazos de Messi y Neymar, entonadísimos en el feudo sevillista, la posesión de balón, fútbol de toque, triangulaciones y desborde ofensivo de un Barça pletórico frente a un rival fuera de combate en su propio estadio. Y el bajón de los de Luis Enrique tan predecible (porque suele haber partidos en que los azulgranas desconectan) como impredecible el momento -normalmente es en las primeras partes- de desconexión culé.
Se baja la guardia y automáticamente sube la expectativa del rival -más aún jaleado por su afición, que no le ve perder en Liga desde enero de 2014- y, claro, los errores de concentración se acaban pagando.
El FC Barcelona tuvo dos, tan puntuales como decisivos: el 1-2 de Banega se produce en una jugada más bien aislada, transcurrido el vendaval hedonístico-balompédico del Barça, fruto de un error de Claudio Bravo en el despeje de un tiro, a priori, bastante asequible para el chileno. Ahí comienza el dolor en la capital andaluza.
Con el Sevilla venido arriba en la segunda mitad, en la que los de Unai Emery merecieron el empate por intensidad y por mantener la fe, el segundo error identificable: mala salida de balón de Piqué regalándole el esférico a Reyes, que arma la jugada del 2-2. Se consuma el dolor especial en Sevilla, puesto que no hay tiempo para reaccionar y la diferencia con el Madrid ahora es de tan solo dos puntos.

Con el juego revolucionado, como sucedió en los segundos 45 minutos, el Barça debió manejar mejor los tempos con y sin balón, tirar de oficio (hay que saber sufrir en campos así) y afinar la puntería de cara a gol. Los de carmesí no hicieron bien ninguna de estas cosas y el Sevilla, enardecido por la grada, acabó por confirmar el secreto a voces de las tablas en el marcador.
Luis Enrique decidió apagar el incendio del coast to coast provocado por los locales dando entrada a Xavi y salida a Neymar, que se marchó molesto, con gestos tan evitables como habituales en el mundo del fútbol. Y comprensibles, porque el brasileño estaba cuajando de largo el mejor de sus últimos partidos y porque era consciente de que en un partido de inexorable ida y vuelta como el que se estaba viviendo en Sevilla su estado de gracia podría haber reportado, en un momento determinado, cualquier acción para sentenciar el partido.

Con Xavi en el rectángulo de juego la cosa siguió por los mismos derroteros y el Sevilla, que nunca se dio por vencido, acabó encontrando el premio del empate y el Barça ratificando, como en tantas otras ocasiones, que un par de errores puntuales de concentración pueden echar por tierra el espléndido trabajo realizado anteriormente para acabar lamentando, con aires de líder acechado, que Sevilla tiene, además de un color, un dolor especial.


viernes, 10 de abril de 2015

Los tres balompédicos de la jornada 30

3-BONGONDA
Su primer gol en La Liga. El belga Theo Bongonda (Charleroi, 20 de noviembre de 1995), en su quinto partido con el Celta de Vigo -llegó en el mercado invernal- salvó los muebles del conjunto gallego y le dio el empate sobre la bocina en el Nuevo Los Cármenes (1-1).
En Granada, el delantero procedente del Zulte Waregem entró en el campo a falta de 20 minutos para el final del partido que su equipo perdía por la mínima. En el último suspiro (93'), un balón colgado al área nazarí acabó en los pies de Bongonda, que hundió a los locales batiendo a Roberto con el pie izquierdo.
Tercer puesto de la jornada para Theo Bongonda.





2-ARRUABARRENA
Desde el 10 de enero llevaba sin ganar el Eibar, que había entrado en una seria dinámica negativa. Hasta el martes de esta jornada intersemanal, en que se ha cortado la racha para el conjunto armero. Frente al Málaga, el Eibar lograba sumar los tres puntos casi tres meses después gracias a un solitario gol de Mikel Arruabarrena, que entra en esta sección por segunda vez esta temporada.
Corría el minuto 53 de juego en Ipurúa cuando el tolosarra aprovechaba un córner al segundo palo para rematar de cabeza tirándose en plancha. Tanto providencial para Arruabarrena, que alcanza los siete goles y sigue siendo el máximo anotador del equipo y, claro está, para la SD Eibar, que vuelve a ganar un partido de la Liga BBVA.
Medalla de plata para Mikel Arruabarrena.


1-CAICEDO
El Espanyol no conocía la victoria desde el pasado 27 de febrero y se reencontró con ella en el partido que cerraba esta jornada intersemanal en un escenario nada fácil, El Madrigal, protagonizando la sorpresa de la jornada (0-3), con un Felipe Caicedo que se erigió en héroe perico.
El ecuatoriano (Guayaquil, 5 de septiembre de 1988) anotó los dos primeros goles del Espanyol en Villarreal. El 0-1, de forma casi involuntaria tras un centro y un balón que rebotaba en su pierna (no es el mejor gol de la temporada) y se colaba en la meta de Asenjo. 
En el 68', Caicedo recibía un pase entre líneas de Sergio García, orientaba el control hacia la izquierda arrastrando a su marcador Victor Ruiz y batía nuevamente a Sergio Asenjo con un disparo raso con la zurda para dejar el duelo encarriladísimo antes de que Víctor Sánchez hiciera el definitivo 0-3.
Felipe Caicedo, ex de Basilea, Manchester City, Sporting de Lisboa, Málaga, Levante y Lokomotiv de Moscú disputa su primera temporada en las filas del conjunto espanyolista desde que llegara al club en julio de 2014.
El internacional ecuatoriano lleva ya 11 goles con el Espanyol contando Liga y Copa. 
En el campeonato doméstico se coloca con 8 dianas, con lo que es el tercer máximo goleador del conjunto perico.
Primer puesto balompédico de la jornada para Felipao.

jueves, 9 de abril de 2015

Barça, el rompecabezas


rompecabezas.

1. m. Juego que consiste en componer determinada figura combinando cierto número de pedazos de madera o cartón, en cada uno de los cuales hay una parte de la figura.


En 1766 John Spilsbury inventó el puzzle o lo que aquí conocemos como rompecabezas.

El fútbol, en sí, es un rompecabezas. Y, cómo no, de igual forma son puzzles los partidos de fútbol y los equipos que compiten en ellos. Y, evidentemente, el Barça , que tampoco está exento de recibir tal denominación.

Frente al Almería del debutante Sergi Barjuan, un nuevo puzzle para los de Luis Enrique a realizar sobre el verde tapiz de 105x68 metros del Camp Nou.


Ocurre en el fútbol, como en los rompecabezas, que a veces se extravían piezas, aparecen nuevas como solución para seguir construyendo el juego por otro lado y, por supuesto, mantenemos a nuestro lado esa pieza fundamental sin perderla de vista puesto que tarde o temprano vamos a tener que utilizarla.

Frente al Almería, Luis Enrique movió las piezas de Bartra y Mascherano para el centro de la zaga, alineó a Adriano en lugar de la pieza rota de Jordi Alba y optó por apartar piezas habituales como Piqué, Iniesta y Neymar para probar con las de Rakitic, Sergi Roberto y Pedro. 

Ocurre también en ambos casos que esas piezas esenciales con las que iniciar la estrategia parecen no encajar en ocasiones. Fue el caso de Messi, que prácticamente solo entró en juego para inventarse el genial 1-0 y que trató luego de encajar en el puzzle azulgrana con algunas combinaciones y lanzamientos de falta.

Otras piezas como Suárez acabaron encajando por partida doble fruto de la insistencia del uruguayo y otra, la de Bartra, acabó por encajar de cabeza para maquillar un poco el día en el que menos pareció disfrutar de su pasatiempo defensivo.

El Almería, desacomplejado, trabó el juego del Barça desordenándole las piezas línea por línea, aunque hubo una pieza culé (básicamente una) que estuvo siempre en su lugar: Xavi.

Y hubo piezas azulgranas como Sergi Roberto o Pedro que, casi de forma inesperada -porque no parecen estar al mismo nivel que el resto de piezas-, acabaron ayudando de forma eficiente en la consecución del puzzle.

El Barça no lograba hacerse con el control y hallar la solución al rompecabezas, que se fue postergando hasta materializarse en el último tramo gracias a las individualidades sobre la mesa, no al dominio sobre esta.

Claro está, Luis Enrique debe ser el John Spilsbury que cree -y luego resuelva- el puzzle azulgrana y para ello debe combatir la complejidad del juego rotando piezas, dejando apartadas a unas y confiando en otras a la hora de definir satisfactoriamente los rompecabezas que la temporada le va presentando. En partidos como el de ayer, en los que el puzzle parece que no va a resolverse nunca o, en el mejor de los casos, a hacerlo de forma poco brillante, casi a desgana, lo más importante es solucionar el rompecabezas fijado como objetivo. Ganar, en este caso.

Cada partido es un puzzle diferente. Las piezas deben rotar, encajar en diferentes posiciones e incluso sacrificarse en pro de la imagen final. 

La del Barça, aunque a veces tarde en aparecer, va tomando forma partido tras partido, rompecabezas tras rompecabezas. Sevillá será otro puzzle.

miércoles, 8 de abril de 2015

Los tres balompédicos de la jornada 29

3-MATHIEU
Jérémy Mathieu se cuela por primera vez en esta sección.
El de Luxeuil-les-Bains fue el protagonista del Celta-Barça al anotar el gol de la victoria azulgrana en Balaídos. En un partido gris del FC Barcelona, todo se decidió a falta de un cuarto de hora: Xavi botaba la falta y Mathieu, aprovechando su altura en el segundo palo, la empujaba de cabeza para hacer el 0-1 final.
Es el segundo gol del francondado en La Liga con el Barça después del que le hizo al Real Madrid en la anterior jornada y el tercero en lo que va de temporada (marcó un golazo de falta en Elche en la Copa). 
Es la primera vez que Mathieu marca dos goles de forma consecutiva en su carrera.
El francés está cerrando bocas detractoras y abriendo otras de asombro. 
Tercer puesto balompédico para Mathieu.


2-DAVID BARRAL
Segundo hat trick de la temporada y de la carrera de David Barral (es el único jugador, exceptuando a Messi y a Ronaldo, que repite un hat trick en esta 2014-15).
En el Juegos del Mediterráneo, el gaditano hizo un nuevo triplete en el Almería 1-4 Levante.
En el 17', el 'Tiburón de la Bahía' inauguraba el marcador al aprovechar un buen pase de Ivanschitz. Nuevamente de las botas del austriaco salió el tercero del Levante y el segundo de Barral, que acabó de rematar hacia la red el disparo de su compañero en el 53' de partido. Ya en el minuto 75, el ex del Sporting de Gijón culminaba el hat trick con un buen tiro colocado en una contra del conjunto 'granota' y anotaba el 1-4 definitivo.
Segundo puesto del podio para David Barral.


1-CRISTIANO RONALDO
Día histórico para Cristiano Ronaldo, que entra en el podio balompédico por séptima vez esta temporada.
El madeirense sigue ampliando sus registros con el Real Madrid. El pasado domingo, en el escandaloso 9-1 que el equipo merengue le endosó al Granada, CR7 no anotó ni uno, ni dos, ni tres, ni cuatro, sino ¡cinco goles! (sin ningún penalti). El primer repóquer en la carrera del luso, que entra en el selecto club de los jugadores con cinco goles en un partido de La Liga.
Una manita que no se veía en la Liga BBVA desde que lo lograra Falcao en 2012 (Atlético 6-0 Deportivo) y, en la 'Casa Blanca', desde que Morientes hiciera lo propio en 2002 contra la UD Las Palmas. 
Ronaldo, además, logró convertir el hat trick más rápido de su carrera (ocho minutos, del 30' al 38'). Por si fuera poco, Cristiano iguala a Messi en tripletes en La Liga (24), vuelve a superar al argentino como pichichi esta temporada (36 goles), alcanza los 300 goles con el Real Madrid (solo tiene por delante a Raúl y Di Stefano) y, con 213 tantos y superando a Pahiño, se coloca como el octavo máximo goleador de la historia de la liga española.
Por todas estas razones, el merecidísimo primer puesto balompédico de la jornada es para Cristiano Ronaldo.

lunes, 6 de abril de 2015

El Barça en B-alaridos


alarido.
1. m. Grito lastimero en que se prorrumpe por algún dolor, pena o conflicto.
4. m. desus. Grito de alegría.

El Barça profirió anoche en Balaídos alaridos de distinto tipo. Gritos que expresan, por un lado, el conflicto que mantienen los de Luis Enrique por sacar adelante partidos como el de ayer frente al Celta. Gritos, en otro caso, de alegría desbordada al conseguir los tres puntos en el último tramo del encuentro y ratificar, quitándose un peso de encima, eso de que a veces -muy frecuentemente, por desgracia- hay que sufrir para ganar.

El Barça, en su versión más preocupante, volvió a ver como el rival era claramente superior y le costó, una vez más, hacerse con el control del partido. En otro partido gris, anoche en Vigo el conjunto azulgrana se mostró nuevamente superado por el rival y por la puesta en escena de este. Con poco ímpetu ofensivo (anoche ni Messi, ni Suárez ni especialmente Neymar estuvieron inspirados), con escasísimo dominio en la medular (de momento, Iniesta y Rafinha no pueden jugar juntos) y con unos laterales, Alves y Adriano, excesivamente flojos, el Barça se refugió una vez más en la solidez defensiva de unos Piqué y Mathieu incontestables y de un Claudio Bravo de nuevo excepcional bajo palos.
El juego culé, con un centro del campo desaparecido, dependió casi en su totalidad de los balones largos y de alguna genialidad arriba del mismo de siempre, que sin embargo ayer no supo ni pudo desequilibrar al adversario. El Celta, con un marcaje férreo por todo el campo, no dio opciones a los azulgranas de elaborar juego con desenvoltura, sin apoyos claros durante la posesión de balón (el pelotazo de Iniesta en el centro del campo es tan inédito como sintomático del mal juego azulgrana) y con pocas ayudas defensivas por las bandas, por las que Nolito y Orellana desbordaron con frecuencia.

En su cuarta acepción en el diccionario, el alarido culé se produjo, primeramente, con la entrada de Xavi para empezar a poner orden en medio de tanto caos en Balaídos. 
Fue una verdadera alegría para los barcelonistas ver como el egarense no solo se hizo con el control del balón y repartió juego a su antojo, sino cómo saltó al césped vigués a contagiarle a sus compañeros su intensidad y su urgencia en un partido que amenazaba -en el mejor de los casos- con acabar como el de Málaga o Getafe.

El alarido definitivo ocurrió en el 74', con un Barça algo más entregado en ataque y, nuevamente y por segunda jornada consecutiva, a balón parado y gracias a un cabezazo de Mathieu. El francés, más allá de estar cerrando unas cuantas bocas en el transcurso de la temporada gracias a sus buenas actuaciones, está anotando goles decisivos para su equipo. 
Goles, como el de anoche en Balaídos, que hacen que los alaridos azulgranas basculen del grito de pena y rabia al grito de alegría.

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