jueves, 8 de mayo de 2014

Una Liga de cuento (y 2)

-Vaya -se lamentó el Madrid-, ahora sí que la he hecho buena.
-Yo perdí allí no hace mucho -confesó el Barça-, así que sabía que te iba a costar. ¿Sigues queriendo que le gane al Atlético el último partido?, comentó, burlón, el conjunto culé.
-Bueno, si yo le gano al Celta y al Espanyol -prosiguió el equipo blanco-, el Atlético solo suma un punto en sus dos partidos y tú no ganas los dos, todavía puedo ser campeón.
-¡Claro que sí, "campeón"!, se rió a carcajadas el Atlético.
-Eh, tú, ¿de qué te ríes?, reprobó el conjunto merengue.
-De nada, de nada. Es que me ha entrado la risa con eso de que yo solo sume un punto en estos dos partidos. La Liga se va a decidir en el Camp Nou. A mí me sirve con empatar en casa contra el Málaga y empatar luego con el Barça. Incluso seré campeón solo ganando en el Camp Nou, aunque ya te digo yo que le voy a ganar al equipo de Schuster en mi campo este domingo.
-Te veo muy confiado, querido Atleti -añadió ahora el Barça-, pero debes recordar que yo dependo tanto de mí mismo como tú. Da por seguro que yo le voy a ganar al Elche este domingo y que luego voy a hacer lo propio contra ti, en la última jornada, en mi propio estadio. Sea como sea... gracias, Madrid, por la nueva oportunidad que me has brindado.
-¿Algo más que añadir?, preguntó el Real, indignado porque se había quedado fuera de la lucha.
-Nada más. Bueno, sí... ¡Que viva Osorio! exclamó el Barça, quien, acto seguido, profirió una enorme risotada que acabó de enfadar a su 'amigo'.
Justo cuando estaba a punto de comenzar el cruce de declaraciones sobre el tiki-taka, los títulos que había ganado cada uno en los últimos años y quién tenía más Copas de Europa, apareció La Liga para apaciguar los ánimos:
-Calma, chicos. No os peleéis. Me iré con el que me quiera más.
A continuación, sacó un pañuelo y se secó el sudor que presagiaba la emoción venidera.

Morir con las botas puestas

Morir (balompédicamente hablando, eh), si es que se le puede llamar morir a tan digna retirada, es lo que están haciendo Ryan Giggs y Javier Zanetti.

El galés, nacido el 29 de noviembre (mismo día que se fundó el FC Barcelona) de 1973, sigue siendo un recordman y poniéndose las botas para ayudar a su Manchester United. El jugador al que no han expulsado en toda su carrera, el único futbolista en activo que ha jugado tanto en la actual Premier League como en la antigua First Division, el hombre con más partidos disputados en la historia del Manchester United, que ha marcado en cada una de las temporadas desde su debut en la 90-91, el jugador de más edad en marcar un gol tanto en la Champions League como en unos Juegos Olímpicos. El futbolista que, con 36 títulos en su palmarés, es el que más ha ganado en la historia del fútbol mundial: 4 Football League Cup, 4 FA Cup,
10 Community Shield, 13 Premier League, 2 Champions League, una Supercopa de Europa, una Copa Intercontinental y un Mundial de Clubes. Todo eso es Ryan Giggs. Y aún más.
El pasado 22 de abril fue elegido entrenador interino tras la tan precipitada como solicitada destitución de David Moyes. La historia de Ryan Giggs seguiría ligada al club de su vida, esta vez desde el banquillo de Old Trafford.
Este martes, quizás por despedirse de sus aficionados en casa, Giggs decidió autoalinearse en el minuto 64 del Man U-Hull City, en el que le dio a Van Persie la asistencia del definitivo 3-1 en el triunfo de los
'red devils', de los que Ryan Joseph Willson Giggs es ya una leyenda.


Por su parte, el argentino Javier Adelmar Zanetti, nacido el 10 de agosto de 1973 es otro de esos futbolistas dignos de admiración. Tanto para los hinchas del Inter de Milán, donde ha jugado desde 1995, como para cualquier aficionado de este deporte.
Zanetti es uno de los pocos privilegiados en haber alcanzado (y superado) los 1000 partidos como profesional, 856 de ellos enfundándose la elástica nerazurra, lo que le convierte en el jugador con más presencias en la historia del Inter y el segundo -solo por detrás de Paolo Maldini- en la historia del Calcio.
Ha ganado 5 Ligas italianas, 4 Copas de Italia, 4 veces la Supercopa de Italia, una Copa UEFA, una Champions y un Mundial de Clubes, además de ser medalla de plata en los JJ.OO. de Atlanta '96 y medalla de oro en los Juegos Panamericanos del '95.
El 'Pupi' anunciaba su retirada este martes, aunque también seguirá ligado a su club dentro del staff técnico interista. Su despedida ante su afición en el Giuseppe Meazza se producirá, presumiblemente, este sábado ante la Lazio.

Tanto Giggs como Zanetti tienen 40 años. Está claro que para un futbolista profesional debe de ser difícil decidir cuándo colgar las botas, más aún cuando estás en condiciones de seguir aportándole cosas a tu club.
En el caso de estas dos leyendas, lo que es evidente es que a lo largo de sus carreras le han reportado a sus equipos más de lo necesario. Son el paradigma de futbolista que cualquier club desea para sí mismo.
Orgullo y honestidad, compromiso, respeto y profesionalidad hasta el último momento, dentro y fuera del campo.
Más allá de messis y ronaldos son todo un ejemplo a seguir, el espejo en el que deberían mirarse todos los chavales que sueñan con ser futbolistas algún día.
Leyendas del fútbol. Morir con las botas puestas.

martes, 6 de mayo de 2014

Gaviotas españolas volando hacia la Premier

El Brighton Hove & Albion es un equipo de la ciudad de Brighton (cuna entre otros del célebre Fred Perry) en la costa sur de Inglaterra.
El club, fundado en 1901, es conocido como The Seagulls (las gaviotas) por la condición del equipo de pertenecer a una ciudad costera, además de por querer contrarrestar el apodo de 'las águilas' que lleva su máximo rival, el Crystal Palace.

Tras su aventura por el fútbol israelí, conquistando la Ligat ha'Al en el banquillo del Maccabi Tel Aviv la temporada pasada, el sabadellense Óscar García Junyent (exfutbolista del Barça, Espanyol, Valencia y Lleida) se hizo cargo del equipo inglés a partir de esta 2013-14, en la que las gaviotas, además del técnico, cuentan con hasta cinco jugadores españoles: Bruno Saltor, David Rodríguez, Andrea Orlandi, Íñigo Calderón y David López, futbolistas que han ayudado al Brighton a alcanzar la sexta posición de la Championship, la última plaza que da acceso al play-off de ascenso a la Premier League.
En la última jornada, la 46, los de Óscar García se impusieron ante todo un histórico como el Nottingham Forest por 1-2 y aprovecharon el tropiezo del Reading, que empató 2-2 contra el Burnley (ascendido ya junto al Leicester), certificando así su pase a las semifinales, la fase de playoff de donde saldrá el tercer equipo que subirá a la máxima categoría del fútbol inglés.
En la primera semifinal, el Brighton se enfrentará al tercer clasificado, el Derby County, mientras que en la otra semi se verán las caras dos conjuntos que descendieron de la Premier la temporada pasada, Queens Park Rangers y Wigan Athletic, cuarto y quinto, respectivamente.

Pasado mañana, el Brighton juega uno de los partidos más importantes de su historia. Será en casa, en el Falmer Stadium (The American Express Community Stadium, por motivos de patrocinio) contra el histórico Derby County. La vuelta se jugará en el iPro Stadium tres días después.

Pese a haberse metido en el playoff a ultimísima hora y no ser favoritos para ascender, los de Óscar García han cuajado una temporada digna de enmarcar.
Quién sabe si las gaviotas han echado a volar rumbo a la Premier League.

lunes, 5 de mayo de 2014

Le Zebre e il Toro

Con la estrepitosa derrota de la Roma ante el Catania (4-1), a la Juventus no le hizo falta ni jugar su partido de hoy contra el Atalanta para proclamarse campeón de la Serie A.
Le Zebre (Las Cebras) alcanzan así su trigésimo título de la liga italiana, por lo que los de Antonio Conte podrán lucir, a partir de la próxima temporada, la terza stella sobre el escudo de La Vecchia Signora (algo que la entidad turinesa ya venía reclamando tras el escándalo del caso Calciopoli).

 Y eso no es todo. Los Pirlo, Vidal, Tévez y compañía han conseguido su tercer campeonato consecutivo. Tal y como reza en la web de la Juve, 'Non c'è 2 senza 3' ('no hay dos sin tres'), el conjunto Bianconeri ha logrado el tricampeonato, acercándose ya a su mejor registro (cinco Scudettos seguidos), desde la temporada 1930-31 hasta la 34-35.

El otro equipo de la ciudad, el Torino (Il Toro) ha vivido un emotivo fin de semana. Ayer se cumplían 65 años de la Tragedia de Superga, aquel accidente de avión en el que fallecieron 31 personas, incluyendo 18 futbolistas del mítico equipo conocido como Il Grande Torino, que se apoderó en la década de los 40 de la hegemonía del fútbol italiano.

 Tras su victoria ayer por 0-1 frente al Chievo, el Torino se sitúa sexto en la tabla, a solo dos puntos del Inter (que perdió por 1-0 el Derby della Madonnina), y con opciones aún de clasificarse para la Europa League, algo que el conjunto Granata no vive desde la temporada 1992-93.

Así pues, grandísima jornada para Las Cebras y buena también para El Toro.

Una Liga de cuento

¿Quién me quiere?, preguntó la Liga al Atlético, el Barça y el Madrid.
-Yo pensaba que eras mía después del tropiezo del Barça el sábado, pero no esperaba perder ante el Levante, respondió el conjunto colchonero.
-Yo te daba por perdida después de pinchar en el último minuto ante el Getafe en casa, pero viendo la derrota del Atlético y el empate del Madrid ante el Valencia el día después no me doy por vencido y aún tengo opciones de llevarte conmigo, contestó un incrédulo FC Barcelona.
-Yo iba a por ti y ya me frotaba las manos cuando vi pinchar a mis dos rivales, pero no sé qué me pasó en el Bernabéu anoche, y suerte del golazo de Cristiano... aportó un dolido Real Madrid.
El Atleti volvió a intervenir: Si le gano al Málaga el domingo, me sirve con empatar en el Camp Nou para que te vengas conmigo. Llevas desde 1996 sin visitarme.
El Barça, por su parte, deseaba un nuevo tropiezo del Madrid para poder depender de sí mismo (solo tendría que ganar los dos partidos que le quedaban). El conjunto culé maldecía el taconazo de CR7 en el minuto 92 la noche anterior, ya que durante 26 minutos había vuelto a tenerla, a ella, la Liga, cerca de nuevo.
-Si gano el partido aplazado al Valladolid -profirió el Madrid-, le gano al Celta en su campo, venzo al Espanyol en la última jornada y tú me haces el favor de ganarle al Atlético en tu campo, esta preciosa copa se vendrá conmigo, pero claro, dependo de ti, Barça.
El Barça dibujó una sonrisa en su rostro y, anonadado por la situación surrealista que estaba viviendo, le espetó a su 'amigo' blanco: Ah, no, de eso nada. Si quieres que te haga ese favor, primero tienes que hacérmelo tú a mí. No le voy a ganar al Atlético para que tú te acabes yendo con ella...
-Piensa que tú eres un gran club, 'Més que un club', como tú sueles decir, y la mejor forma de demostrar esa grandeza es ganándole a quien aún no has podido ganar este año. ¿No tienes ganas de vengarte? -preguntó, pícaro, el Madrid-. Además, piensa que ese día te tienes que despedir de Puyol, Valdés y hasta del Tata. Y eso por no hablar de que si me haces el favor y le ganas al Atlético quedarás segundo y tú y yo podremos jugar en agosto para llevarnos la Supercopa.
-No había caído en eso, comentó el Barça, algo receloso todavía frente a los argumentos de su 'amigo'. Bueno, ya veré qué hago. Puede que me hayas convencido. A ver qué pasa esta semana.
El Atlético no volvió a participar en la conversación porque se había mosqueado al verse envuelto en el bipartidismo de siempre. "Que vayan hablando estos dos", pensó para sus adentros.
La Liga, que estaba un poco harta de que uno y otro tirara de ella sin mostrar todo el entusiasmo que su conquista requería, decidió marcharse. En el último momento, se dio la vuelta y, bastante enfadada, replicó: Lo que vosotros decidáis, pero yo lo de Tenerife no lo vuelvo a sufrir. Que una ya está un poco mayor para estas cosas.

Plus En Avant

Cuesta creer que el equipo de una ciudad como Guingamp, de menos de 8000 habitantes (apenas 20000, si contamos su aglomeración urbana) triunfe en el fútbol de su país, Francia en este caso, pero esta es la situación real del En Avant Guingamp, equipo francés de la región de la Bretaña que milita en la Ligue 1.
El sábado, el EAG ganó la Copa de Francia, y lo hizo ante uno de sus mayores rivales, en uno de los varios partidos que podríamos catalogar como "derbi bretón", el Stade Rennais.
El Guingamp es un club fundado en 1912 que ha sufrido varios altibajos en su modesta trayectoria, en cuya historia destacaban, hasta ahora, la Copa de Francia conseguida hace casi cinco años -también ante el Rennes-, la consecución de la Copa Intertoto que le dio acceso a la UEFA en 1996, o el séptimo puesto alcanzado en la Ligue 1 en la temporada 2002-03 gracias a figuras emergentes como Drogba y Malouda.
Casi cinco años después de su gran hito, la primera Copa de Francia de su historia, el Guingamp logra la segunda precisamente ante Les Rouges et Noirs -ahora dirigidos por Philippe Montanier, ex de la Real Sociedad-, en un partido que acabó 0-2 merced a los goles de Martins Pereira (37') y el maliense Yatabaré (46').
La segunda Copa de Francia para el Guingamp, toda una proeza para el conjunto de esa pequeña villa bretona.
Desde el sábado, el Guingamp está un poco plus En Avant.

domingo, 4 de mayo de 2014

Il Ciuccio e la Coppa

Los disturbios (varios heridos por arma de fuego) que han precedido a la final de la Copa de Italia entre la Fiorentina y el Nápoles han ensuciado el ambiente de lo que se suponía que debería ser la fiesta del fútbol, no del terror. Varios seguidores de los dos equipos se enfrentaron en las horas previas al partido y, aunque no están del todo claras las causas de estos altercados, se sospecha que también podrían estar involucrados algunos hinchas de la Roma y de la Lazio. Tres aficionados del conjunto napolitano (entre ellos un policía libre de servicio) acabaron gravemente heridos. Una vez dentro del Stadio Olímpico di Roma, el partido, que debía empezar a las 21h, comenzó con 45 minutos de retraso debido al lanzamiento de bengalas por parte de algunos grupos ultra de la SSC Napoli. Incluso el capitán del conjunto partenopeo, Hamsik, tuvo que acercarse a la curva norte para 'negociar' con los cabecillas el inicio del partido.

Hablemos de fútbol, que lo hubo, y bastante. La Fiore y el Nápoles disputaron una final muy entretenida, con idas y venidas para los dos equipos, en un partido abierto y trepidante, en el que los viola trataron de llevar el peso del encuentro, pero los azzurri acabaron siendo superiores en el juego, teniendo mayor pegada y sabiendo imponerse.
A los 11 minutos de juego, el Nápoles montaba una rápida contra. Marek Hamsik conducía y se la acababa entregando a Lorenzo Insigne para que este, con gran calidad, pusiera una rosca lejos del alcance de Neto.
El propio Insigne hacía el 0-2 seis minutos después con otro golazo a pase de Higuaín. Parecía que el partido estaba sentenciado y que el vendaval del Nápoles acabaría humillando al equipo de Florencia, pero los de Vincenzo Montella volvieron a meterse en el partido. Fue en el 28'. Un gran pase de Ilicic lo aprovechó Vargas para soltar un zurdazo imparable para Pepe Reina y recortar distancias. Incluso la Fiore vio como al borde del descanso le anulaban (mal) un gol transformado por Aquilani.
En la segunda mitad, la tónica no cambió demasiado. Los de Rafa Benítez daban mayor sensación de peligro, pero la Fiorentina tenía las ideas claras. A pesar de que les costó en la finalización (no tenían a Mario Gómez), estuvieron bien en la elaboración gracias a un brillante centrocampista como Borja Valero (ex del Villarreal) y al chileno Matías Fernández. Tampoco estuvo el colombiano Cuadrado, pretendido por el Barça. El exbético Joaquín estaba cuajando un partido discreto y en el 72', otro ex del Villarreal, Giuseppe Rossi, entraba en su lugar cuatro meses después. La cosa parecía ponerse de cara para la Fiorentina cuando en el 79' Inler veía la segunda amarilla y dejaba a su equipo con diez. A pesar de ello, el Nápoles no solo no acusó la inferioridad numérica sino que, por momentos, parecía sentirse cómodo. En el arreón final, cuando la Fiore buscaba el empate, llegó la sentencia: Callejón roba un balón en la frontal del área rival, se la cede a Mertens -que había entrado por Hamsik- y el belga hace el definitivo 1-3 con pierna izquierda.

La Coppa 2013-14 es para el Nápoles de Rafa Benítez, que consigue su primer título al frente del banquillo partenopeo. Il Ciuccio ('el burro', en dialecto napolitano) alcanza su quinto título copero.

Ojalá hoy solo se tuviera que hablar de fútbol y no de burros.

Cuchara y sartenazo

El Barça-Getafe abría la jornada del sábado en el Camp Nou. Los de Martino, obligados a ganar para mantener una rendija de esperanza por la Liga, pero la Liga se les ha esfumado.
Después del emotivo vídeo de homenaje a Tito Vilanova y del minuto de silencio por este, los azulgranas salieron sin demasiada urgencia, a tocar y tocar hasta abrir el marcador. Enfrente, un equipo que planteó el partido como lo haría cualquier conjunto que se estuviese jugando la permanencia, y más en el Camp Nou: bien organizado atrás, replegado, y a intentar aprovechar los balones largos. El Getafe, pues, basó sus esperanzas y su juego en el apellido de su propio técnico, Cosmin Contra.
El Barça elaboraba y llegaba al área rival sin demasiada claridad ni inquietud para los azulones. Solo en el ecuador de la primera parte los del Tata Martino lograron trenzar una buena jugada por banda derecha. Alves puso el centro y Messi el 1-0 y su gol número 28 en esta Liga.
Un cuarto de hora más tarde llegó la jugada polémica del partido. Falta para el Geta en la frontal del área culé, a Pablo Sarabia solo se le ocurre poner el balón en juego de cuchara y Lafita, que parece acomodarse el balón con el brazo y desplazar a Pedro, suelta un remate cruzado y hace el 1-1. El asistente levanta el banderín y la incertidumbre reina en el Camp Nou. Finalmente, Teixeira Vitienes concede el tanto. Poco más y descanso.
En la segunda parte, el Barça siguió dominando, con más balón que mordiente ofensiva ni gol, pero parece que lo empezó a buscar cada vez con más ahinco hasta que, en el 59', los azulgranas consiguen hilvanar otra buena jugada por banda derecha, Cesc (que acababa de entrar) pone el balón atrás y Alexis, tras un rebote, acaba fusilando al brasileño Júlio César y hace el 2-1.
El partido recordó bastante al que hizo el Barça ante el Betis hace cuatro jornadas. Los azulgranas, a pesar de ser bastante superiores a su rival, no sabían cómo hacerle daño a este y tampoco parecían muy preocupados en querer matar el partido lo antes posible. El meta visitante sacó una gran mano a un fuerte disparo de Messi desde fuera del área, Adriano se empeñó -sin acierto- en hacer su clásico gol de rosca y Alexis la volvió a tener con un poco ortodoxo remate de pecho que tocó el larguero. Y el que la hace, la acaba pagando. Cuando todos miraban el reloj, resoplando y dando por hecho que la victoria estaba al caer, un jarro de agua fría acabó de apagar las opciones ligueras del Barça. Minuto 92, centro por banda izquierda de Gavilán y, de nuevo Lafita (ahora de cabeza y sin oposición), pega un sartenazo en el Camp Nou para poner en el marcador el definitivo 2-2, resultado que le otorga al Getafe un punto que sabe a victoria en su sueño de permanecer en Primera y que hunde a un Barça que no ha podido dedicarle la victoria a Tito Vilanova ni, menos aún, dar una buena imagen.

viernes, 2 de mayo de 2014

La historia interminable (del Benfica)

El Benfica ha vuelto a llegar a una final europea. No será la final de la Champions en su propio estadio, sino que jugará en Turín la final de la Europa League, frente al Sevilla.

En la vitrina internacional del club lisboeta destacan únicamente las Copas de Europa conquistadas en 1961 (3-2 en la final frente al Barça) y 1962 (5-3 en la final al Madrid). El austro-húngaro Béla Guttmann era el entrenador de aquel equipo. Tras pedir un aumento de sueldo a la entidad portuguesa fue despedido, lanzando casi un mal de ojo al Benfica cuando aseguró que "el Benfica sin mí nunca ganará una final europea". Y es verdad.

Al año siguiente de su marcha, el Benfica volvió a llegar a la final de la Copa de Europa, en la que el Milan de Nereo Rocco venció por 2-1, con dos goles de Altafini por uno del mítico Eusébio. Dos años más tarde, las águilas se volvieron a plantar en la final... y volvieron a perderla, esta vez ante el Inter de Milán -dirigido por Helenio Herrera- por 1-0 (gol de Jair Da Costa).

Supongo que, por si las moscas, los mandatarios del Benfica decidieron volver a llamar a Guttmann, porque dos finales perdidas empezaban a sonar a maldición. La temporada de la vuelta de Guttmann, la 65-66, el Benfica cayó en Cuartos de final ante el Manchester United por un 8-3 en el cómputo global de la eliminatoria, en una edición en la que el Real Madrid acabaría conquistando su sexto título. Béla Guttman se fue para no volver nunca más, pero el que sí volvería a la final sería el Benfica en 1968, final disputada en Wembley, en la que otra vez el Manchester United de George Best y Bobby Charlton aplastó al conjunto portugués por 4-1 (con tres goles en el descuento).

Pasarían 20 años hasta que el Benfica llegara de nuevo a la final de la Copa de Europa. Fue en 1988, en Stuttgart, contra el PSV Eindhoven. El partido acabó 0-0 y se tuvo que ir a la (más que nunca) fatídica tanda de penaltis. Un completo desconocido llamado Ronald Koeman anotó el primero y los holandeses se acabaron imponiendo por 6-5.

Por si los incrédulos pensaban que 'la maldición de Guttmann' hacía referencia simplemente a la Copa de Europa, se equivocaban. Cinco años atrás, en 1983, el Benfica había llegado a la final, esta vez de la extinta Copa de la UEFA, disputada a doble partido. Fue ante un Anderlecht entrenado por Sven-Göran Eriksson. En la ida, los belgas se impusieron por 1-0 en el Estadio de Heysel (dos años antes de la 'Tragedia') y, en la vuelta, en el Estádio da Luz, el partidó finalizó 1-1.

El 23 de mayo de 1990, el Benfica volvía a la final de la Copa de Europa. De nuevo ante el Milan, dirigido ahora por Arrigo Sacchi, en el Praterstadion (actual Ernst Happel) de Viena. El Milan conquistó su cuarto título gracias a un gol de Frank Rijkaard.

El Benfica ya no ha vuelto a jugar una final de la Champions League. Únicamente estuvo a punto de volver a alcanzar la gloria europea en la Europa League. Fue justamente el año pasado y todos conocemos el desenlace: el Chelsea ganó esa final 2-1. Torres hizo el 0-1, Cardozo igualó el marcador y, en el descuento, Ivanovic le daba el título a los blues de Rafa Benítez. La maldición de Guttmann era más que evidente y las palabras de aquel técnico de Budapest seguían pesando como una losa.

Este año en Turín, el Benfica tiene, como suele decirse, una cita con la historia. Eso sí, si yo fuese seguidor del Sport Lisboa e Benfica y mi equipo perdiera la final ante el Sevilla, haría un pensamiento. Ahora ya sí.

El caballero rojiblanco: La leyenda renace

Como a casi todo aficionado al cine que conozco, reconozco que me gusta cuando el malo de la peli muere al final. Aprovechando que se cumplen 75 años de la creación de Batman, me gustó especialmente ver como el héroe de Gotham, que el miércoles vestía de rojiblanco, se deshacía en la penúltima escena del Joker Mourinho, que, dicho sea de paso, no le llega ni a la suela de las botas a Heath Ledger.
El Joker sabía que en su refugio de Stamford Bridge podría campar a sus anchas, que no saldría a encerrarse del todo como hizo con su equipo en Manzanares City. El primer golpe lo propinaron los 'blue villains' con un remate del antiguo amigo del Atlético de Bruce Wayne, Fernando 'Dos caras' Torres, que hacía que el Chelsea pasara en ese momento a la escena final.
El Robin colchonero, Adrián, hacía el empate al filo del descanso y los ciudadanos de Manzanares City recobraban la alegría.
En el segundo acto de la pelea, el Batman rojiblanco sentenciaba a su rival. Ocurrió con una pena máxima transformada después de una toma muy larga por el héroe (?) Diego Costa y por otro héroe, el barbudo Arda Turan.
El Batman rojiblanco había ganado la lucha al siempre tedioso Joker de Setúbal. La Liga de la Justicia había vuelto a triunfar.
El 24 de mayo, una última escena aguarda a los héroes de Simeone, que se tendrán que enfrentar a vida o muerte con su peor enemigo.
Solo puede quedar uno.

Dos debutantes y una abuela

Hace 25 años el Barça jugó un partido amistoso contra el Banyoles en la capital del Pla de l'Estany.
Hasta ahí todo normal. El partidó acabó con un contundente 2-6, pero eso es lo de menos. Ese día, Johan Cruyff había decidido subir al primer equipo a algunos canteranos, entre ellos Josep Guardiola -que más tarde se convertiría en pieza clave del Dream Team- y el malogrado Tito Vilanova. En aquel partido, precisamente fue el recientemente fallecido Vilanova quien sustituyó en el campo al de Santpedor.
Lo más anecdótico de ese encuentro fue algo que solo he leído en una biografía de Pep Guardiola, cuando yo era pequeño, llamada  La meva gent, el meu futbol de la Col·lecció Sport, libro editado por el diario deportivo catalán. En esa biografía, una de las cosas que más me llamó la atención fue la reacción del técnico holandés al partido de Guardiola. Pep no solo había debutado, sino que lo había hecho marcando un hat-trick -algo inédito teniendo en cuenta la escasa capacidad goleadora que demostraría una vez asentado en el primer equipo, cosa que no era su cometido, por otro lado-. De hecho, el partido acabó 0-3 al descanso gracias a su triplete. Pep Guardiola abandonó el terreno de juego extático, con la sensación de estar jugando el mejor partido de su vida. Lejos de felicitarle por su juego y por sus tres goles, Cruyff le recriminó diciéndole en el vestuario, y cito textualmente: "Has estado más lento que mi abuela".

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