Hace 25 años el Barça jugó un partido amistoso contra el Banyoles en la capital del Pla de l'Estany.
Hasta ahí todo normal. El partidó acabó con un contundente 2-6, pero eso es lo de menos. Ese día, Johan Cruyff había decidido subir al primer equipo a algunos canteranos, entre ellos Josep Guardiola -que más tarde se convertiría en pieza clave del Dream Team- y el malogrado Tito Vilanova. En aquel partido, precisamente fue el recientemente fallecido Vilanova quien sustituyó en el campo al de Santpedor.
Lo más anecdótico de ese encuentro fue algo que solo he leído en una biografía de Pep Guardiola, cuando yo era pequeño, llamada La meva gent, el meu futbol de la Col·lecció Sport, libro editado por el diario deportivo catalán. En esa biografía, una de las cosas que más me llamó la atención fue la reacción del técnico holandés al partido de Guardiola. Pep no solo había debutado, sino que lo había hecho marcando un hat-trick -algo inédito teniendo en cuenta la escasa capacidad goleadora que demostraría una vez asentado en el primer equipo, cosa que no era su cometido, por otro lado-. De hecho, el partido acabó 0-3 al descanso gracias a su triplete. Pep Guardiola abandonó el terreno de juego extático, con la sensación de estar jugando el mejor partido de su vida. Lejos de felicitarle por su juego y por sus tres goles, Cruyff le recriminó diciéndole en el vestuario, y cito textualmente: "Has estado más lento que mi abuela".