Luis Suárez marcó su primer gol en la liga española y contribuyó a la 'calentura gonadal' de Djukic |
Solo Sevilla y Valencia, con tres goles (aún con Albert Ferrer en el banquillo), y Atlético, con cuatro tantos, habían conseguido marcarle más de dos goles al conjunto califal. Al Córdoba, pese a su buena actitud defensiva, le falta gol. Y eso es lo que puede cambiar un partido.
El Barça se había adelantado pronto, pero la lluvia de goles que se antojaba en el Camp Nou se vio frustrada por cierto bajón de los azulgrana añadido a la férrea defensa blanquiverde.
El Barça se atascó en la elaboración y pecó de benévolo en tareas defensivas permitiendo que el Córdoba, prácticamente con Borja García y Ghilas solos a la contra, inquietara la portería de Claudio Bravo. Además los culés, bastante espesos en la labor combinativa, tuvieron que recurrir a las faltas (14 del Barça por cuatro del Córdoba) para cortar el juego del equipo andaluz, que gozó de posesiones largas en varios tramos. El Barça no es que hubiera perdido el control ni viera peligrar el resultado, pero tampoco acababa de tener el partido donde quería.
En la reanudación, Luis Suárez hacía su primer gol en la Liga española y ponía el 2-0 que parecía empezar a aclarar el signo del partido. Sin embargo, el Córdoba siguió jugando como si la cosa no fuera con él y el Barça no acabó de estar cómodo.
Pese a que los locales buscaban la profundidad (solo Jordi Alba, como viene siendo habitual últimamente, la estaba logrando de forma efectiva) y el juego de toque, el partido seguía ciertamente atascado para los azulgranas, que acabaron sentenciando el encuentro con tres acciones más bien aisladas que poco trenzadas o espectaculares en lo futbolístico.
En el 80', Piqué remataba de cabeza y hacía el tercero de la tarde y de su cuenta particular en esta temporada. Dos minutos después, Messi se encontraba un balón suelto dentro del área y enviaba el balón a la escuadra con pierna derecha. Y ya en el descuento, y de nuevo con su pierna diestra, Leo fusilaba a Juan Carlos y hacía el definitivo 5-0, resultado algo engañoso a merced de lo mostrado por ambos equipos sobre el césped.
Demasiado premio para el Barça, que no ha hecho un partido brillante ni mucho menos, y excesivo castigo para un Córdoba que, pese a haber plantado cara, siguió recibiendo una reprimenda en la sala de prensa: “Hemos tenido falta de huevos. Hemos venido a pedir camisetas al Barça. Siento vergüenza. Aquí juegan los que tengan huevos” manifestó Miroslav Djukic al término del partido, claramente enfadado con sus jugadores.
Quizás viera el exdeportivista un partido diferente al que habrán entendido la mayoría de los espectadores: que el Barça, con poco, casi a medio gas, puede golear a un equipo como el Córdoba y que el Córdoba tiene que hacer prácticamente el partido de su vida y aprovechar los errores del rival para poder sacar algo provechoso del Camp Nou.
Y cada equipo tiene lo que tiene. No es una simple cuestión de huevos.
Y cada equipo tiene lo que tiene. No es una simple cuestión de huevos.