 |
| El stock y la nueva colección de esta temporada, juntos ayer en la pasarela de Huesca |
El debut del Barça en esta edición de la Copa del Rey no deparó ninguna sorpresa y, ante el Huesca, los de Luis Enrique dejaron sentenciada la eliminatoria con el 0-4 de anoche.
El técnico asturiano está apostando por las rotaciones desde el inicio de curso y en la ya extinta competición del K.O. (estaría bien volver a implementar las eliminatorias a partido único) quedó demostrado ayer que va a haber lugar para los jugadores menos habituales, confirmando que el Barça tiene fondo de armario. Y también stock sobrante.
El fondo de armario culé lo componen piezas como Ter Stegen que, además de en la Champions, parece que también va a ocupar la portería azulgrana en la Copa, y algunas prendas menos utilizadas como Bartra, Munir, Adriano, Samper -titular ayer-, Rafinha, Pedro, Sergi Roberto o Sandro, estos dos últimos suplentes en El Alcoraz. Y Douglas. Lo del lateral brasileño, francamente, no lo entiendo. Y creo que él tampoco.
El partido de ayer, ante un equipo de Segunda B, era quizás el escenario idóneo para que estos jugadores tuviesen la oportunidad de destacar y hacer dudar al entrenador, uno de esos partidos más o menos asequibles en los que los habituales reservas, descartados y prendas de otras colecciones como el Barça B pudieran demostrar su calidad y aprovechar la oportunidad que se les brindaba.
Douglas Pereira, no. El ex del Sao Paulo, blanco de todas las miradas desde que jugara por primera -y hasta ayer única- vez contra el Málaga, no supo aprovechar esta oportunidad o, sencillamente, y como sospechábamos más de uno, no tiene el mínimo de calidad exigible a una pieza que pretende formar parte del armario del FC Barcelona. Algo que parece ya evidente en el caso de Montoya, a quien Luis Enrique -por si el de Gavà tenía alguna duda- no parece que vaya a darle minutos.
Sin embargo, en el caso de Douglas hay que ir más allá y alguien debería reconocer y hacerse cargo de un (mal) fichaje cuestionado ya desde el primer momento. Hay una señal inequívoca que nos dice que a Douglas, lejos de tener tiempo para seguir cogiendo confianza y acabar de acoplarse al equipo, no lo vamos a volver a ver en mucho tiempo. Esa pifia del brasileño despejando exageradamente mal y regalándole medio gol al rival (ya con 0-4, eso sí) nos habla de un jugador nervioso e inadaptado y muy poco preparado ni tan siquiera para el fondo de armario culé. Vaya, que no espero ver a Douglas supliendo a Alves ante el PSG jugándose la primera plaza del grupo en Champions.
Y ojo a Pedro que, pese a hacer un partido completo y marcar su segundo gol de la temporada, tampoco queda muy claro si al canario hay que colocarle como segunda opción en la delantera o relegarlo directamente al stock sobrante. Pedro, con la misma movilidad de siempre, hizo un partidazo seguramente a ojos de los espectadores de la SD Huesca que, como es normal, disfrutarían viendo jugar a alguien que es campeón del mundo. Sin embargo, Pedro parece un jugador incapaz de tener un sitio en el Barça de gala. Anoche, el canterano se empeñó (como ya hiciera la temporada pasada ante el Cartagena) en lucirse más de la cuenta por momentos, queriendo deslumbrar con un fútbol demasiado engalanado de florituras y poco habitual en él en partidos ante rivales de mayor entidad. Para mí, le sobraron bicicletas y amagos que en ocasiones, además de innecesarios, se me hacían casi irrespetuosos con el rival.
Poco más en cuanto al partido del Barça. Bien, en líneas generales, tratando de decidir pronto y dejando poco atisbo a la esperanza oscense, que se vio truncada además viendo que los futbolistas locales no lograban materializar las escasas ocasiones que les permitió el Barça.
Destacables la participación de Rafinha -fondo de armario clarísimo- que marcó con algo de fortuna y los golazos de Rakitic e Iniesta -ropa de cada día- tras la reaparición del manchego una vez superada su lesión.
El Barça, efectivamente, tiene fondo de armario. Y también stock sobrante.
