Ni azulón ni carmesí. El Getafe-Barça se fue tornando cada vez más gris |
Los locales, defendiéndose perfectamente, lograron desarticular todas las acciones azulgranas (hoy carmesí) en un partido tácticamente irreprochable de los azulones, quienes tampoco se fueron del todo contentos a pesar del empate ante el Barça.
Luis Enrique volvía a incorporar a los laterales Alves y Alba en el once titular, con resultado dispar. Mientras el brasileño tuvo demasiados quebraderos de cabeza por su banda en el marcaje de Lafita y se marchó lesionado a diez minutos del final, el ex del Valencia se acopló con frecuencia al ataque y pudo crear peligro por banda izquierda, especialmente en la segunda mitad.
En esa segunda mitad, el Barça quiso mantener la posesión que había tenido en la primera y huir del juego enmarañado y gris que estaba envolviendo el partido focalizando sus intereses en la portería rival.
Volcados en ataque, aunque sin llegar a hacer un buen partido, los de Luis Enrique se atascaron en el área getafense. El equipo de Cosmin Contra forzaba las pérdidas de balón culés y trataba de salir al contragolpe sin demasiado éxito, pero lo que sí ha logrado al menos ha sido neutralizar las opciones ofensivas del Barça. Primero en el marcaje, con jugadores sensacionales en el día de hoy como el uruguayo Emiliano Velázquez y Naldo en el centro de la zaga, que además han blocado todos los disparos habidos y por haber de los Messi y compañía. En segundo lugar, el larguero y posteriormente Guaita, que se han encargado de repeler dos tiros libres del argentino.
El Barça llegaba y llegaba al área del Getafe, pero los centros de Alba y, sobre todo, los intentos de asistencia de Pedro -que ha corrido tanto como siempre, pero ha estado igual de estéril en ataque-, se perdían en la nada o no lograba aprovecharlos un Luis Suárez que, junto a Messi, se desesperaba en ataque.
En la medular, el Barça tampoco ha tenido su día. A un Rakitic casi testimonial -el croata ha dado paso a Iniesta en el último tramo-, un Busquets impreciso y un Xavi que no ha tenido la suficiente claridad para visualizar el último pase, hay que sumarle las características propias de un partido trabado en el que los azulgranas , a pesar de contar con el 76 % final de posesión de balón, no ha tenido un control claro del partido.
El Barça ha acabado buscando en los balones colgados al área un pequeño milagro como el que vivió en Mestalla, pero hoy no ha sido posible. Quizás merecieron más los de Luis Enrique por la intención mostrada en ataque (23 disparos en total), aunque el empate ha acabado siendo justo viendo el juego de uno y otro equipo.
Mención aparte para Bikandi Garrido, cuya actuación ha sido muy deficiente en la tarde de hoy. En la primera parte, el colegiado vasco se tragaba dos penaltis consecutivos, uno en cada área, por unas manos clarísimas de Valera y Alves, respectivamente. Durante el encuentro siguió un criterio desconcertante: tan pronto señalaba faltas al más mínimo contacto como permitía o dejaba sin sancionar entradas duras, especialmente del Getafe, que ha triplicado en infracciones al Barça (24 a 8) y solo ha visto una amarilla, la única del partido. Los asistentes de Iñaki Bikandi Garrido tampoco han estado afortunados y en la primera mitad le han marcado un fuera de juego vergonzoso a Jordi Alba. Para acabar de adobarlo, con el tiempo extra aún no cumplido, el árbitro ha decidido pitar el final justo cuando Álvaro Vázquez parecía que iba a encarar a Claudio Bravo en una jugada manifiesta de gol.
Partido en definitiva feo el que se ha visto en Getafe. Azulones y carmesíes han ido entrando poco a poco en una espiral de juego que, acompañada de las condiciones meteorológicas, iba induciendo progresivamente el partido hacia una tonalidad gris oscura.
Cuando el aguacero acabó de agrisar el cielo getafense, el buen fútbol ya se había marchado de la localidad madrileña.
El Barça no podrá acabar el año como líder de la Liga ni siquiera de forma provisional.