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| El 'hueso de santo' de Nolito |
Seguro que más de uno pensó en este coloquialismo mientras veía el Barça-Celta que acabó con la victoria del equipo vigués.
Lo pensó -refiriéndose al equipo del 'Toto' Berizzo- cada vez que el Barça remataba al palo, que fue en cuatro ocasiones.
Seguramente resolvía también con esta expresión cada una de las intervenciones en la sublime actuación de Sergio Álvarez en la portería visitante.
Y puede que hasta en el minuto 55, cuando Nolito se deleitó con un sensacional pase de tacón para que Larrivey hiciera el gol de la victoria.
El hueso de santo, ese dulce tradicional que se consume en el Día de Todos los Santos, fue solo para el Celta. El Barça el hueso no lo probó, solo supo pincharlo. Y pinchó en hueso el equipo de Luis Enrique porque el partido parecía predispuesto a ello. El conjunto azulgrana tuvo la mayoría de posesión, como siempre, pero fue una posesión, sobre todo en la primera mitad, del todo estéril. El Barça acabó recurriendo a lo de siempre cuando el juego combinativo falla: Messi atrasando su posición en el campo para empezar a crear él mismo la jugada, Neymar intentándolo también por cuenta propia y el centro del campo roto.
El Celta, por su parte, además de ese pequeño golpe de suerte necesario para vencer en el Camp Nou, buscó y supo ponerse el santo de cara. El exequipo de Lucho demostró por qué está donde está en la clasificación y lo hizo jugando como un equipo ganador: sin complejos, con un fútbol de toque pero alejando el peligro sin contemplaciones en zona defensiva, intentando aprovechar los espacios y las contras, presionando de forma mordaz la salida de balón del rival y teniendo la efectividad que le faltó a su oponente.
Al final, analizando el partido de unos y otros, el Celta tuvo esa pequeña ayuda que es el factor suerte, sí, pero ejecutó su partido a la perfección. Y le salió bien.
Al Barça, a pesar de hacer un partido tácticamente reprobable, no se le puede echar en cara la falta de actitud ni de buenas intenciones. Falló lo de casi siempre en esos partidos tirando a gris en el Camp Nou que el Barça acaba ganando sin convencer, solo que, esta vez, el rival tuvo el santo de cara y se llevó los tres puntos.
