Leo Messi también hizo historia en el GSP Stadium |
El Barça, tras la versión que mostró en la última jornada liguera ante el Sevilla, volvió a hacer un partidazo en Chipre y parece despejar definitivamente las dudas sobre su juego. Con partidos como los dos últimos, no se puede hablar de dudas.
Anoche en el GSP Stadium el conjunto azulgrana dio un nuevo recital de juego y ya desde el principio lo tuvo claro: mantener la posesión (más de 800 pases completados) pero creando peligro con un juego más directo, presionando con mucha intensidad a la defensa del APOEL y buscando el gol desde el primer minuto. Es decir, saliendo a ganar, sin especular. El Barça no estaba para historias y demostró tener mordiente ofensiva y, sobre todo, las ideas más claras que el día que se enfrentó al equipo chipriota en el Camp Nou.
Grandísimo nivel de juego mostrado por el inédito tridente centrocampista que formaron Rakitic, Mascherano y Rafinha -a pesar de su expulsión por dos amarillas, tan justas como innecesarias-.
El Barça se volcó en ataque siendo fiel a su manual de estilo pero matizando algún punto. Supo elaborar sin caer en una posesión de balón vacua, tratando de ser más vertical cuando tocaba y apoyándose en los laterales -especialmente en Jordi Alba, un auténtico 'puñal en las últimas semanas- para, como mínimo, finalizar las jugadas e inquietar la portería de Urko Pardo.
El excanterano azulgrana poco pudo hacer para evitar los golés culés, con los que se pusieron en marcha algunos registros, en unos casos, y explotaron por los aires, en otros. En el primero de estos casos, Luis Suárez, con un magnífico movimiento en el control orientado -de tacón y con caño incluido- logró hacer su primer gol oficial con la camiseta del Barça. El 0-2 que se encargó de anotar Messi desviando un tiro de Rafinha escribió una nueva página en la historia del fútbol. El argentino acababa de superar a Raúl González como máximo goleador de la historia de la Copa de Europa, con 72 goles.
El propio Messi marcó el tercero y el cuarto -este último, evidenciando su inteligencia futbolística al evitar el fuera de juego para anotar posteriormente- y certificó un nuevo hat trick, tan histórico como el que le hizo al Sevilla. Seis goles en tres días para seguir prolongando su leyenda, destrozando marcas y confirmándose como el mejor futbolista del mundo.
El APOEL, dentro de su nivel futbolístico, hasta sorprendió por el poco atrevimiento mostrado tratándose de un partido en su propio estadio. Solo destacó un tiro entre los tres palos -el único- que Ter Stegen repelió con una buena mano (o mejor dicho, antebrazo). Un incansable Aloneftis, junto a Bruno Morais en la medular fue de lo más destacado del conjunto chipriota, que puso de manifiesto un juego duro -rozando lo violento- a través de Carlao y Amorin (que también acabó expulsado). Curiosamente, ambos equipos teminaron el partido con las mismas amonestaciones -tres amarillas y una roja- a pesar de que los de Lucho hicieron tan solo cinco faltas mientras los de Giorgos Donis hicieron un total de 16.
En el tramo final, más récords: Xavi entró al campó en el 62' e igualó a Ryan Giggs, con 151, como el jugador con más presencias en la Champions League. Casi nada.
Otro día histórico para el FC Barcelona, que peleará la primera plaza del grupo con el PSG en la última jornada. El Barça empieza a ser lo que esperamos.