<<Where will it end? Where will it end?
Where will it end? Where will it end?>> reza el estribillo de Day of the Lords, el tema que más me gusta de Joy Division, la extinta banda natal de Mánchester, donde el Barça ha jugado tantas veces contra el United y donde jugará el martes por primera vez en partido oficial ante el City.
<<¿Dónde terminará?>> se preguntaban el epiléptico, líder y malogrado Ian Curtis y los suyos. Y yo me hago la misma pregunta ahora, tras ver los últimos partidos del Barça, especialmente el del domingo pasado en Sevilla y, sobre todo, el de ayer en casa frente al Rayo Vallecano. La casa, construyéndola así, parece que no vaya a tener techo. Los pupilos de Martino están volviendo a ser reconocibles y a hacer las cosas bien. Tanto, que lo que eran dudas hace apenas un mes, ahora es alegría desbordada y optimismo a raudales, pero ojo con el City.
Tras la exhibición de ayer ante el equipo de Jémez, es fácil y lógico mirar al Manchester City con vista desafiante y sin ningún complejo. Está claro que han vuelto los mejores Messi e Iniesta, que la defensa se va consolidando partido a partido, que Neymar está listo y que ha vuelto el fútbol de toque y precisión, de posesión, de espectáculo y que se va afinando la puntería y aumentando la producción goleadora. El 6-0 de anoche lo demuestra, pero ojo con el City.
El FC Barcelona juega el martes por primera vez en partido oficial contra el 'otro' equipo de Mánchester, cuna de bandas como los mencionados Joy Division (y los posteriores New Order), The Smiths (Johnny Marr, guitarrista del grupo, llegó a hacer pruebas con el Manchester City), The Stone Roses y Oasis (si Liam no está muy ocupado maldiciendo a su hermano Noel, probablemente acudirá el martes al Etihad Stadium).
Pasado mañana asistiremos a un conciertazo en la ciudad inglesa. El City está dando auténticos recitales esta temporada y cuenta con casi toda la banda, a excepción de Agüero, que no podrá hacer ningún solo en la ida. El Barça, por su parte, llega con la orquesta al completo, con las cuerdas afinadas y deseando dar la nota. A ver si no desafina.
Where will it end? El martes empezaremos a comprobarlo.