miércoles, 25 de febrero de 2015

El bueno del Barça

Uno pecó de bueno y el otro lo aprovechó

Como si se pudieran extrapolar las cualidades y aptitudes de un equipo de fútbol a ese hombre que todos conocemos, bonachón, de sesenta o setenta y tantos, que siempre saluda en el ascensor de forma afable y educada, casi entrañable en las maneras, que nos pregunta cómo va la vida -mientras sostiene bajo el brazo la barra de pan que acaba de comprar- y lo entrevera rápida y ágilmente con esos insustanciales comentarios sobre el tiempo que hace. Ese buen hombre fue el Barça anoche en el Etihad Stadium.
Cuando el Barça tuvo contra las cuerdas al City en los primeros 45 minutos dándole un baño de juego, posesión y ocasiones de gol, había que ser muy inocente para no prever que en la segunda mitad, por orgullo, por inercia competitiva o por una buena arenga de Pellegrini, los skyblues saldrían a por todas.
El Barça, como ya hiciera el año pasado en ese mismo escenario, cometió el error de detenerse a ver la vida pasar tras haber hecho lo más difícil: desarticular al rival, ponerse 0-2 en el marcador y evidenciar con su juego el error en el planteamiento del Manchester City. Anoche, el partido -o al menos la primera parte- de los de Luis Enrique fue mejor si cabe que el de la temporada pasada, dejando casi sentenciada la eliminatoria en la primera mitad y dejando entrever que la ya de por sí generosa ventaja se ampliaría en la segunda de seguir generando ese fútbol efectista y eficaz, pero no.
Salió a relucir de nuevo ese Barça bonachón -qué, cómo estás de lo tuyo- le preguntó al City y este respondió con varias ocasiones y un gol que le metía nuevamente en el partido. Y en el tramo final, con el equipo local quedándose otra vez con diez, el bueno del Barça acentuó su benevolencia con el contrario y no supo matarlo aprovechando los espacios y la superioridad numérica en el campo. El bueno (el mejor, realmente) del Barça, Leo Messi, también se apuntó a la fiesta de la solidaridad mancuaniana no aprovechando ni el penalti ni el posterior rechace ya en tiempo de descuento, penalti que, por cierto, no puede ni debe empañar lo más mínimo el partidazo que el argentino se marcó en el Etihad.
Un partidazo en el que el City defraudó por su puesta en escena y el Barça por el bajón competitivo en la segunda mitad, que tampoco debería enmarañar la grandísima primera parte que hizo, la mejor primera mitad de la era Luis Enrique, a todo esto. Quienes no defraudaron y también tuvieron su mejor partido en esta nueva era del técnico asturiano fueron el káiser Piqué y el killer Luis Suárez quien, a pesar de los dos goles, pecó de bueno, como el bueno del Barça.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...