El Bayern Munich se ha proclamado campeón de la Bundesliga a falta de... ¡7 jornadas!
El rival (o más bien espectador privilegiado) ha sido el Hertha Berlin, que poco ha podido hacer ante el todopoderoso equipo de Pep Guardiola.
A los seis minutos, Toni Kroos inauguraba el marcador y a los 14' Mario Götze (jugadorazo) finalizaba de cabeza una jugada colectiva que ilustra a la perfección el poderío futbolístico al que el equipo muniqués nos tiene acostumbrados. Son un rodillo. No les puedes quitar el balón (han estado rondando el 80% de posesión durante todo el partido) y cuando se lo quitas, ejercen una presión que da miedo. Cuando lo tienen, una sensación de superioridad se apodera del rival e incluso de los aficionados (de los demás equipos) porque juegan al toque rápido y de precisión, tocan, triangulan, controlan, giran, buscan al compañero desmarcado, llegan y aplastan. Robben hace lo que quiere, Muller lo remata todo, Alaba y el todoterreno Lahm (reconvertido en interior) corren y combinan y siguen corriendo sin cansarse e incluso Dante parece un prodigio. Boateng hace su trabajo a la perfección en el centro de la zaga y Neuer no tiene ni que intervenir (puede tomarse un café o lo que quiera) mientras sus compañeros se dan un paseo semana tras semana.
En la segunda parte, que se antojaba como un mero trámite, han entrado Mandzukic y Ribéry por Muller y Robben, respectivamente. El colombiano Adrián Ramos, el puntal del Hertha BSC, le hacía soltar el café a Neuer para batirle desde el punto de penalti y poner el 1-2. Entró Thiago Alcántara en detrimento de un equilibrado Schweinsteiger y, en los deslucidos minutos finales, ya en el 79', Ribéry definía con gran calidad para hacer el 1-3 y acabar de certificar la victoria y el campeonato. Poco importaba ya el empate a cero en el derbi de Renania del Norte-Westfalia entre Borussia Dortmund y Schalke 04, resultado que, además, beneficiaba al Bayern. Ya no había quien librara a Pep de la ducha de cerveza.
No sé qué habrá hecho Guardiola con estos jugadores, pero desde luego que no ha tenido la necesidad de cambiar mucho las cosas, porque el Bayern ya jugaba así la temporada pasada con Heynckes y sigue jugando igual con el técnico de Santpedor al mando. Las consignas están claras: posesión, movilidad, presión, solidaridad defensiva y 'punch' en ataque, las armas que hacen de este equipo una escuadra prácticamente imbatible. Un equipo que juega mejor que nadie y que da miedo en Alemania y, por supuesto, en Europa y que se ha permitido el lujo de consagrarse campeón de liga con siete jornadas por jugarse, una más que la pasada campaña, cuando el Bayern de Jupp Heynckes se hizo con la 'Ensaladera' con seis partidos de antelación. Eficiencia bávara.